Zachary Paul Koehn, de 29 años, fue condenado a cadena perpetua sin derecho a fianza por un tribunal en Iowa, Estados Unidos, luego de ser encontrado culpable de asesinato de su hijo recién nacido, cuyo cadáver fue encontrado lleno de gusanos sobre un columpio, informa la agencia AP.
A Koehn se le imputó el cargo de homicidio en primer grado. El menor de cuatro meses de edad fue identificado como Sterling Koehn.
El hallazgo fue hecho en agosto de 2017. El cuerpo del bebé se encontraba en una habitación oscura y asfixiante, según lo relatado por los oficiales.
La autopsia reveló que había fallecido de desnutrición, deshidratación y una infección por E. coli, causada por las heces fecales que había en el pañal que llevaba puesto, el cual atrajo moscas que pusieron huevos de los que nacieron gusanos.
El bebé permaneció así dos semanas.
El fiscal general adjunto Denise Timmins, indicó que el “padre” dejó que su hijo se muriera en dicha habitación.
Dejó que Sterling se pudriera en esa habitación. Lo dejó allí para que muriera
Su madre, Cheyanne Harris, de 21 años, será juzgada en enero.
Redacción Cubanos por el Mundo