Un final trágico tuvo Rafael García, un cubano señalado de asesinar a sangre fría a una enfermera y a su hija en Cienfuegos en mayo pasado, crimen que conmovió a toda la comunidad debido a su brutalidad.
Según informa 14yMedio, el presunto asesino se quitó la vida en su celda, ya que al parecer estaba arrepentido por lo que había hecho, indicaron conocidos de la familia.
Él se ahorcó porque estaba arrepentido de lo que hizo y no quiso verle la cara a los familiares de las víctimas. Desde la cárcel llamaba a su familia para decirles que no podía vivir allí dentro
El cuerpo de García fue velado bajo un fuerte despliegue policial, ya que se temía que los familiares de las víctimas llegaran para realizar algún tipo de acto de repudio contra el ya occiso.
Los hechos
El pasado mayo, García entró a la casa de Tomasa Causse Fabat en el barrio San Lorenzo de Cienfuegos, una enfermera de 64 años a quien atacó con un machete hasta asesinarla. Después fue por su hija, Daylín Najarro Causse, de 36 años, quien al parecer tuvo una relación sentimental con él.
Ambas murieron debido a las gravedad de sus heridas. Daylín fue degollada en plena calle a la vista de todos los vecinos.
Los testigos informaron que la sexagenaria gritó en frente de su casa mientras estaba cubierta de sangre.
Un vecino intentó socorrerla pero el cegado hombre también lo atacó, afortunadamente no lo hizo mayor daño.
La hija huyó a una casa vecina, pero el atacante la persiguió. A pesar de ya tener varias puñaladas en su vientre, este la agarró por el cabello, la sacó y le cortó el cuello.
Causse Fabat murió unas horas después en la misma sala donde servía como enfermera.
Najarro Causse y García habían estado casados y tenían una hija de cinco años. En el momento de su muerte tenía tres meses de embarazo de otra pareja.
Adrián Najarro, hijo y hermano de las víctimas, informó que su familia no se encuentra en paz, y menos ahora que nunca se hizo justicia.
Todo esto ha sido muy duro para mí. Primero porque no se pudo hacer justicia y ha removido el recuerdo de todo lo que viví con mi madre y mi hermana, y luego porque mi sobrina ahora quedó también huérfana de padre
Abusos
Antes de crimen, el homicida había cumplido un año en prisión por presuntos tocamientos lascivos a su hija.
La misma niña dijo que su papá abusaba de ella, pero como no encontraron pruebas solo lo condenaron a un año y seis meses de prisión por un delito menor, algo así como exhibicionismo
Redacción Cubanos por el Mundo