Una mujer rusa acusada de ser agente secreta reconoció este jueves que conspiró para infiltrar el movimiento de derecho de posesión de armas de fuego estadounidense y así reunir información sobre los grupos políticos conservadores cuando Donald Trump asumió el poder.
De acuerdo con CNN, como parte de un acuerdo con los fiscales federales, Maria Butina, de 30 años, se declaró culpable de conspiración por actuar como una agente extranjera no registrada y acordó cooperar con los investigadores.
El caso de Butina, que es independiente a la investigación del fiscal especial Robert Mueller de la injerencia rusa en la campaña presidencial de Estados Unidos de 2016, ha dado una idea de cómo Moscú busca influenciar la política estadounidense.
Los fiscales del caso dicen que su jefe ruso, Alexander Torshin, utilizó sus contactos con la National Rifle Association para buscar canales extraoficiales de acceso a los conservadores estadounidenses durante la campaña, cuando el republicano Trump enfrentaba a la demócrata Hillary Clinton.
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La NRA dio 30 millones de dólares a la campaña presidencial de Trump, el triple de lo que invirtió en 2012 en la de Mitt Romney, y según una información publicada en enero por McClatchy el FBI investiga si en esas contribuciones entraron de forma ilegal fondos rusos.
Juez
La jueza Tanya Chutkan ha determinado que Butina, que fue arrestada en julio, siga en prisión mientras coopera con los investigadores.
El 12 de febrero se celebrará una vista para decidir si es sentenciada.
Enfrenta un máximo de cinco años de cárcel pero en el acuerdo la fiscalía ha accedido a pedir clemencia si ofrece “ayuda sustancial” y su defensa ha acordado que podría pasar entre cero y seis meses en prisión.
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Redacción Cubanos por el Mundo