El régimen cubano al parecer prometió a los boteros reformas en sus nuevas restricciones, pero con la condición de que depusieran la huelga de transporte que tiene en jaque a La Habana, informa Martí Noticias.
Las nuevas regulaciones entraron en vigor el pasado 7 de diciembre, pero trajeron consigo un mar de críticas, además una protesta silenciosa llevada a cabo por el sector privado que puso a la dictadura muy temerosa.
Lo que conllevó a que se suspendieran las medidas para una revisión y al parecer volverían a entrar en vigencia el 15 de enero de 2019, según lo indicado por Rafael Alba Macías, coordinador nacional de la Asociación Cubana de Transportistas Autónomos.
Alba informó que desde el pasado viernes, día en que se levantó la protesta, se ha visto reducido el número de inspectores y policías que hostigaban a los transportistas.
Advirtió además que si el 15 de enero el régimen intenta imponer las medidas sin ningún tipo de cambio, entonces retomarán la protesta.
Según las regulaciones que quedaron suspendidas, los transportistas deberían someterse a precios fijos y estar asociados a piqueras, además de operar por rutas específicas, tener contratos para adquirir combustible y una cuenta bancaria.
En las últimas semanas hemos visto como el sector privado de la Isla, que ha venido creciendo a pasos agigantados, le ha plantado cara a la dictadura comunista, a un punto que esta ha tenido que recular y negociar con los cuentapropistas.
Redacción Cubanos por el Mundo
