Más hoteles, menos casas para los cubanos. El grupo italiano T.O.M.A firmó un contrato con el régimen de Cuba por un valor de 80 millones de dólares para iniciar la construcción de un hotel de la cadena española Iberostar en la ciudad de Trinidad, uno de los principales polos turísticos de la Isla, informa medios castristas.
El grupo, quien se encuentra asociado a la empresa estatal cubana de la construcción DINVAI desde agosto de 2017, se encargará de edificar el nuevo, mismo que se sumará a los más de 20 que tiene la cadena española en toda la Isla
En la construcción del Iberostar Trinidad intervendrán las empresas especializadas Tonon, Tonoimpianti, Oberosler y Maeg, con sede en el noreste de Italia, que pertenecen al Grupo T.O.M.A.
Ibertostar está presente en Cuba desde 1993, donde lleva las riendas de 28 hoteles en todo el territorio, uno de ellos en Trinidad y otros en La Habana, Varadero, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba.
Los últimos hoteles inaugurados por la compañía española en Cuba son el Grand Packard, una instalación de alto estándar ubicada en el emblemático Paseo del Prado del centro histórico de La Habana, y el Iberostar Holguín, categoría Selection, único de su tipo en el oriente cubano.
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A través de la “AEI Trinidad”, el grupo italiano T.O.MA. estableció otro contrato en abril pasado para edificar un hotel para la compañía turística española Meliá Internacional, también en la ciudad central de Trinidad, que desde 1988 integra la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.
Crisis de viviendas en la Isla
Mientras el régimen alardea sobre la construcción de más y más hoteles, los cubanos deben ver indignados como sus casas literalmente se les están viniendo encima.
En el emblemático barrio de la Habana Vieja, los capitalinos viven con el temor de que los techos o las paredes puedan ceder y acabar con la vida de ellos y sus familias.
El régimen reconoció la crisis de viviendas en la Isla, pero más allá de ofrecer una solución al tema, simplemente se limitaron a informar que serían los propios cubanos quienes deben llevar a cabo la remodelación de las mismas.
Sin embargo para un cubano de a pie, que apenas gana uno 30 dólares al mes, se le hace muy difícil comprar materiales de construcción, o conseguirlos a precio subsidiado.
En el caso de los edificios la situación es aún peor, ya que requiere un trabajo pesado debido a que en la mayoría de los casos son las vigas que ya están podridas.
Redacción Cubanos por el Mundo