Manuel Castro Berdión, alias Manolo, un campesino de 82 años de edad, es la nueva víctima del tan venerado sistema de salud cubano. Él sufre a causa de un tumor facial que se le fue agradando bajo la mirada de los médicos, quienes por burocracia y falta de humanismo, permitieron que su condición se agravara.
Según denuncia Cubanet, todo comenzó como un pequeño grano, el anciano incluso pensaba que se trataba de poro infectado, y como todo bien campesino radicado en el poblado de San José, municipio El Salvador, decidió aplicarse remedios caseros para curarlo.
Pero nada funcionó, lo que llevó a Castro a acudir a un médico en el hospital provincial Dr. Agostinho Neto, de Guantánamo, donde fue remitido para que lo viera un especialista.
La cita la tuvo en septiembre de este año, el pequeño grano ya se había hecho más grande y el dolor comenzó a hacerse presente. Los médicos que lo vieron, comenzaron a intercambiar opiniones y todo indicaba que debía ser operado, pero no podía hacerse en Guantánamo ya que no contaba con el especialista para el trabajo, además que Manolo tiene algunos padecimientos del corazón.
Fue remitido entonces para la consulta de cuello y cabeza del Hospital Oncológico de Santiago de Cuba. Le prepararon los documentos necesarios para la remisión y le dieron el alta.
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Manolo llegó al Hospital Oncológico de Santiago de Cuba el 11 de octubre del 2018. Allí tuvo que permanecer varias horas hasta que el doctor, que lo vino a atender pasado el mediodía, orientó que le hicieran la historia clínica. Cuando todos los documentos estuvieron listos le dio un turno para ser evaluado el 6 de noviembre. Mientras tanto el tumor y los dolores de Manolo continuaron creciendo.
Llegó el día de la operación y los familiares llevaron de nuevo a Manolo de Guantánamo a Santiago de Cuba donde en vez de soluciones, encontraron trabas.
La doctora que los atendió, con muy mala forma, se negaba a aceptar el caso aduciendo que el paciente era de Guantánamo, razón por la que quería remitirlo de vuelta a la tierra del Guaso.
Tras varias explicaciones, la “profesional” aceptó al anciano y lo remitió a una sala con tenía una higiene que dejaba mucho que desear.
El doctor Zayas, el médico de mayor experiencia en operaciones de cabeza y cuello en el Hospital Oncológico de Santiago de Cuba, se preocupó al ver el estado de Manolo y afirmó que era operable, sin embargo no podía proceder pues en la herida el hombre tenía una bacteria que debía ser eliminada con antibióticos.
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En tal razón, el doctor Zayas le informó a la familia que el anciano no podía ser operado en el Oncológico, sino en otro hospital que tuviera servicio de terapia intensiva y otras condiciones debido a los padecimientos cardiovasculares del paciente.
Pese al delicado estado Manolo, los galenos decidieron darle de alta y enviarlo a su casa, mientras “debate” su caso y le estarían avisando cuando será operado.
Pero han transcurrido ya doce días de haberle dado el alta y los médicos no se han comunicado con el paciente ni con sus familiares ¿Esperarán a que pasen los días festivos de fin de año? ¿Tomarán la decisión de operarlo cuando Manolo haya muerto?
Redacción Cubanos por el Mundo
