Conforme se acerca la posible aprobación de la nueva Constitución, Miguel Díaz-Canel se ve más aislado. Y es que el ingeniero quien ostenta el cargo de “presidente” de Cuba, es una simple marioneta de los “comandantes de la revolución”, como lo son Raúl Castro, Ramiro Valdés, Osmany Cienfuegos, Guillermo García Frías y José Ramón Machado Ventura.
Un artículo publicado por el diario ABC de España así lo da a entender, pues con la nueva Carta Magna, el poder militar en la Isla está más que garantizado.
“Hoy, el retorno e inclusión en la nueva Constitución cubana de la figura de primer ministro, es clave para entender que Cuba no dejará de ser una dictadura militarista y totalitaria, aunque el cargo de la presidencia del Consejo de Estado la ocupe un civil, en este caso, el ingeniero electrónico Miguel Díaz-Canel”.
Desde el inicio de la mal llamada “revolución cubana”, Fidel Castro se encargó de sembrar las bases para un autoritarismo militar. Para ello encargó a su hermano, Raúl, quien se paseó por varios cargos dentro del régimen comunista.
En 1962 Fidel creó el cargo de viceprimer ministro. En 1965 el de segundo secretario del Partido Comunista [PCC], y en 1976 el de primer vicepresidente del país. Cada uno de estos cargos los ocuparía su “hermanito” de conjunto con sus funciones como ministro de las FAR.
El abogado Abelardo Núñez, afirma que las reformas a las Constitución solo tienen como objetivo “entronizar” el poder militar en Cuba, dejando a Díaz-Canel prácticamente a la deriva, siguiendo órdenes de los ancianos comandantes a pesar de ser el “presidente”.
Núñez además hace énfasis en el protagonismo que está tomando el artículo de “Traición a la patria”, que es un claro mensaje para aquellos que intentan ir contra el poder militar cubano.
“Es el más grave de los crímenes, quien la comete está sujeto a las más severas sanciones”.
El experto recordó que bajo las conocidas “causa 1 y causa 2”, de “Traición a la patria”, muchos funcionarios del alto mando e incluso del Ministerio del Interior fueron fusilados y condenados en 1989 por estar involucrados presuntamente en operaciones de tráfico de drogas y de armas, tráfico de influencia, prevaricación, corrupción y cohecho.
Esto amarra aún más a Díaz-Canel, quien si bien no tiene el agrado del sector militar, el sector civil de la dictadura si podría estar alineado con él.
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Economía sin futuro
La nueva Carta Magna no supone un cambio radical para la economía del país, que seguirá regida por el los militares.
Los verdeolivo seguirán manejando las riendas a través de la corporación Gaesa, empresa que controla la totalidad de activos que mantiene el Ministerio de Turismo, principal fuente de ingreso económico del régimen.
Un ex militar y directivo de la Asociación de Combatientes en La Habana, reconoce que el mandamás cubano es una “figura de tramoya”, indicando que fue concebido así desde un principio.
“Se necesitaba una figura del pueblo, un civil, alguien joven, para limpiar la imagen de que Cuba es un país gobernado por militares octogenarios, pero la mano dura, las riendas, las verdaderas decisiones las tomará siempre el Partido y Raúl”
El diario afirma que Miguel Díaz-Canel fue casi un perfecto desconocido entre la sociedad civil en la isla.
Redacción Cubanos por el Mundo
