La cantante cubana Olga Chorens confesó sentirse honrada de recibir un premio que distingue su larga trayectoria, así como la de su familia, en un acto en Miami que reconocerá la influencia de la familia que encabeza.
“Hemos tenido una larga carrera y nuestra familia ha crecido mucho”, manifestó a EFE la cantante, que el próximo mes cumplirá 95 años, horas antes de recibir el Premio Libertad que le concederá la organización Herencia Cultural Cubana, en una gala por su 25 aniversario.
Chorens, quien protagonizó junto a su esposo, Tony Álvarez, el programa de televisión El Show de Olga y Tony, manifestó que el “importante reconocimiento” es un honor y un recordatorio de su gratitud por “vivir muchos años extra”.
Reconocimiento
En la quinta edición de su llamada Gala Noche Azul, y en el marco del “60 aniversario del actual exilio cubano”, Herencia Cultural Cubana otorgará a la “Familia Álvarez-Chirino-Chorens” el Premio Libertad, que por primera vez lo dará a una familia y que en este caso representa a “tres generaciones de música de la Isla”, de acuerdo a un comunicado de la organización.
La matriarca de la familia subirá esta noche al estrado dispuesto en el Miami Airport Hilton Hotel junto a su hija, la también cantante Lissette Álvarez; el esposo de esta, Willy Chirino, y sus nietas Angie, Jessica, Nicole, Olgui y Alana Chirino.
Para Chorens, que cada tarde de domingo conduce un programa en la radio La Poderosa 670 AM, el hecho de que el reconocimiento provenga de una organización en el exilio reviste de mayor valor sentimental la condecoración.
“Cuando uno sale, hace su patria donde le toca llegar, donde lo reciban”, señaló la cantante, quien junto a su esposo, fallecido en 2001, partieron al exilio en 1963 y vivieron entre otras ciudades en Ciudad de México y San Juan (Puerto Rico), donde su hija Olga Álvarez Chorens hizo su carrera artística, para finalmente establecerse en Miami (Florida).
“Ya no pertenecemos a esa isla que tampoco existe, porque la han destruido”, lamentó la cantante, en alusión al Gobierno establecido en Cuba tras la revolución, y agregó que reza todas las noches para que “los que quedan puedan disfrutar de libertad”.
Confiesa que no pierde las esperanzas de que se produzca un cambio en Cuba, tal como lo sugiere Nuestro Día Ya Viene Llegando, la canción de su yerno Willy Chirino y que es un emblema para el exilio de la Isla.
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Redacción Cubanos por el Mundo
