El régimen de la Isla colocará 195 colegios electorales especiales para las votaciones del referendo sobre la nueva Constitución que se celebrará el próximo 24 de febrero. Los colegios electorales especiales serán habilitados en terminales de autobuses y ferrocarriles, aeropuertos, residencias estudiantiles, hospitales y hoteles con el fin de “facilitar el ejercicio del voto” a los ciudadanos.
La secretaria de la Comisión Electoral Nacional (CEN) de la dictadura, María Esther Bacallao, explicó que quienes no puedan acudir al colegio asignado por razones justificadas tendrán la opción de concurrir “a uno especial o cualquier otro”.
En Cuba, con una población de alrededor de 11,2 millones de habitantes, están convocados más de 8 millones de ciudadanos que integran la lista de electores para votar sobre el texto de la nueva Carta Magna.
La secretaria de la CEN precisó que está prevista la instalación de 25,348 colegios electorales, el 7,6 % de ellos ubicados en casas particulares, y que las circunscripciones ascienden a 12,635 en toda la Isla, algo que deja entredicho el carácter democrático de la consulta “popular”.
El próximo 10 de febrero se efectuará una prueba dinámica en los colegios ubicados en el extranjero, previa a las votaciones programadas fuera de Cuba para los días 16 y el 17 del mismo mes. En ellas votaran los diplomáticos y profesionales en misiones oficiales.
Cambios en la Constitución
El borrador final de la nueva Constitución cubana está conformado por 229 artículos, 11 títulos, dos disposiciones especiales, 13 transitorias y dos finales, después de que le fueran incorporadas 760 enmiendas, lo que significó que el 60 % del primer proyecto fue modificado.
La Carta Magna no introduce cambios en el sistema político que seguirá favoreciendo al régimen totalitario ya que mantiene al Partido Comunista como “fuerza dirigente superior de la sociedad” y ratifica el comunismo como aspiración, pese a que ese término se había eliminado en el primer borrador de la reforma constitucional.
Como novedades, reconoce a la propiedad privada, considera a la inversión extranjera como necesaria, instituye las figuras del presidente de la República y el primer ministro, y establece un límite de dos mandatos presidenciales consecutivos, de cinco años cada uno.
También reelaboró el polémico artículo que abría la puerta al matrimonio gay y respecto a la libertad de prensa, recoge que en ningún caso los “medios fundamentales” de comunicación serán objeto de propiedad privada.
Redacción Cubanos por el Mundo