Hambre no es precisamente lo que pasan los altos jerarcas del régimen de Cuba. Mientras los cubanos deben idearse todos los días como ganarse el pan diario, funcionarios castristas, como el general Ramiro Váldes, gozan de las mieles del poder y sus beneficios, como lo es el acceso a alimentos prohibidos para el pueblo.
Alex Otaola presentó en su programa Hola! Ota-Ola, los refrigerios que fueron servidos durante la celebración del cumpleaños de la esposa del general revolucionario.
La cena no escatimó en gastos. Colas de langostas fueron servidas a los invitados, unos 12 en total.
Fueron dispuestas dos mesas, ya que el encuentro fue muy íntimo, para que las personas compartieran, comieran y tomaran, mientras en las destruidas calles del barrio de Regla, la gente duerme bajo el amparo de la noche pensando en como hacer para recuperarse del desastre causado por el tornado.
“Y los comensales se quejaron porque las langostas que eran pequeña” afirmó Otaola en todo sarcástico.
El presentador recordó que la langosta, un plato prácticamente prohibido para el cubano de a pie por su exagerado precio, es uno de los platos exquisitos de los jerarcas, tal como lo dejó saber Mariel Castro durante un almuerzo con la cantante española Pastora Soler.
“Claro no se comparan a las langostas que se mandó Pastora Soler junto a la primera hija Mariela Castro”.
El cubano recordó que el pueblo de Regla tuvo que tirarse a la calle para exigirle a Miguel Díaz-Canel una atención digna, y que gracias a eso se logró que un grupo de obreros comenzara con las reparaciones de las viviendas.
“Claro esos obreros son los usados en los actos de repudio para golpear gente, pero por lo menos han logrado levantar 40 casas supuestamente”.
Redacción Cubanos por el Mundo