El sucesor de la dictadura, Miguel Díaz-Canel no se cansa de mentirle al pueblo cubano e incluso a su propio equipo del régimen.
En esta ocasión, el máximo representante del castrismo en la Isla consideró que no debería existir discriminación entre turistas nacionales e internacionales, aunque eso sea una realidad palpable.
Esta aseveración la hizo durante el balance anual del Ministerio de Turismo del régimen, en donde aseguró que Cuba puede marcar la diferencia en ese sector.
Díaz-Canel también se atrevió a asegurar que el régimen ha reconocido al sector no estatal como complemento de la economía.
Ante eso exigió que tiene que haber una adecuada relación de trabajo y una ejemplar calidad de servicio sin discrminación.
«Nosotros tenemos que defender una sola calidad: la máxima posible, tanto para turistas internacionales como nacionales. No podemos hacer una distinción entre unos y otros. A todos los tenemos que atender lo mejor que podamos… Al pueblo cubano hay que darle una buena atención, se la merece», subrayó.
Palabras alejadas de la realidad
Aunque esas sean las supuestas pretensiones del puesto a dedo, la realidad en Cuba es que a los grandes beneficios del turismo solo pueden acceder unos pocos.
Efectivamente existen zonas turísticas en la Isla en las que se excluyen a los cubanos y solo pueden entrar los turistas internacionales.
Playas de Varadero prohibida para los cubanos, Cristina Escobar no puede disfrutar sus vacaciones
Incluso personeros que están al servicios del régimen cubano han sido victimas de esta discriminación de turistas.
Así lo reveló en una ocasión Alex Otaola en su programa Hola!Ota-Ola, cuando a la periodista castrista, Cristina Escobar no le permitieron pernoctar en una playa porque era reservada solo para los turistas extanjeros.
Por lo que evidentemente los cubanos son discriminados en su propia tierra y existen preferencias para los turistas que llevan divisas a la Isla.
Un profesional universitario en la extrema miseria en Cuba
Para un cubano asalariado es prácticamente imposible poder hacer turismo y disfrutar de los maravillosos paisajes de la Isla.
Pasar una noche en un hotel lujoso de La Habana podría costar hasta 50$, un precio impagable para un cubano que puede ganar por mucho 20$ mensuales.
A esto sumado, que el alto costo de la vida en Cuba producto de la grave crisis económica limita al ciudadano isleño a medio cubrir sus necesidades básicas.
Solo un número reducido cuentapropistas que reciben remesas del extranjero podría en su momento costear un fin de semana de recreación en un hotel lujoso en Cuba.
¿Todos somos iguales?
Aunque en la teoría el socialismo-comunismo habla de igualdad de clases, esto es algo que se desmiente en la práctica.
En Cuba además de los turistas extranjeros, solo las grandes élites creadas por los Castro pueden gozar de privigelios.
Esta élite castrista es la verdadera dueña de la Isla y aunque Díaz-Canel ahora quiera dársela de promotor de la igualdad, la realidad es que solo aquellos cubanos que ostentan el poder en La Habana son los que pueden hacer turismo sin ser discriminados.
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Redacción Cubanos por el Mundo
