Ante la falta de proyectos, el sucesor de la dictadura cubana, Miguel Díaz-Canel apuesta a la ‘sensibilidad’ para resolver la crisis de transporte en Cuba.
Una situación que por décadas ha denigrado la calidad de vida de los cubanos.
El dictador participó en el balance anual del Ministerio del Transporte en el que admitió el desastre de su gestión.
Reconoció también lo deficiente que es la administración estatal para controlar “procedimientos que se inventan”.
“Además de la preparación que debe caracterizar a los cuadros y trabajadores del transporte, necesitamos que haya sensibilidad”
“No podemos aspirar a tener buenos funcionarios si estos no tienen sensibilidad ante los problemas de la población”, consideró Díaz-Canel, según reseña la web oficial de la dictadura, Cubadebate.
La crisis se agudiza
Según lo han reconocido los mismos personeros del régimen, la crisis de transporte se agudiza en la Isla.
El ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, “el proceso de perfeccionamiento funcional, de estructura y composición” del sector “se encuentra en una fase final de implementación” e identificó como el área de mayor cantidad de dificultades la ferroviaria.
“Existe un bajo coeficiente de disponibilidad técnica de los equipos tractivos y de arrastre, atraso en el proyecto de modernización de las comunicaciones y el incumplimiento de los itinerarios de los trenes”, dijo.
Se refirió a “un decrecimiento de la transportación de pasajeros y de carga” por esta vía.
Esto “debido a la baja disponibilidad de coches, locomotores de alto porte y vagones”.
Burocracia
El puesto a dedo insistió en las manifestaciones de burocracia en los servicios que se ofertan.
“Lo vemos hasta en la propia salida de los ómnibus cuando se producen los atrasos. Somos muy buenos inventando procedimientos, pero muy malos controlándolos”, reconoció.
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Redacción Cubanos por el Mundo