¿Cuántos millones destina Cuba a mantener el Partido Comunista?

Un ex diplomático y dirigente del Partido Comunista de Cuba (PCC) ha afirmado que es “absolutamente falso” que dicha organización se financie únicamente con las cuotas de sus miembros y la venta de los periódicos que controla dentro del país.

Alcibiades Hidalgo, antiguo miembro del Buró Político del Comité Central del PCC y exiliado en Miami desde hace casi dos décadas, explicó a Martí Noticias que “teóricamente” el ente rector del país recibe sus fondos de la cuota que pagan los miembros, que puede ser hasta del 10% del salario.

“Eso es absolutamente falso. El Partido se nutre de las arcas del Estado de forma secreta”, dijo Hidalgo, quien antes de embarcarse en una lancha hacia los Estados Unidos en 2002 fue también Jefe de Despacho de Raúl Castro y embajador de Cuba en Naciones Unidas.

Según señaló, las finanzas del PCC están controladas por el Departamento de Administración del Comité Central, un organismo que opera sus cuentas bancarias, ingresos y pagos de todos sus funcionarios y dirigentes profesionales, “que suman miles”.

“El salario promedio que puede devengar un dirigente profesional del Partido es equivalente o superior a lo que gana un médico”, afirmó Hidalgo, quien recordó además que ser un alto funcionario comunista también trae otras ‘ventajas’ como las vacaciones en lugares exclusivos y tratamientos médicos preferenciales.

Asimismo, existe un sistema de retiro para los cuadros selectos del PCC “que reciben hasta el 100% del salario que ganaban al momento del retiro, en clara violación de las leyes laborales”, acotó el exdiplomático.

Según la publicación, el Partido bien podría abastecerse de un monto de más de tres millones de pesos del Presupuesto Anual del Estado, aprobado por la Asamblea Nacional. Dicha suma estaría bajo un acápite denominado ‘Resto’, aparte de los Gastos Sociales para los que se destinarán este año 38.711 millones.

El Presupuesto aprobado en diciembre por un valor total de 65.957 millones de pesos en moneda nacional, tiene una partida de 3.282 millones (´Resto´) que equivale al 30% de los gastos destinados a la Educación, Salud Pública y Asistencia Social, respectivamente; sostiene al 40% de los gastos de Administración Pública y Defensa, y representa casi el doble de los que se destina a Cultura y Deportes.

Según el reporte, unas tres entidades se ocupan de monitorear, fiscalizar y proponer la política financiera del país (la Contraloría General de la República, Ministerio de Finanzas y Precios y la Oficina Nacional de Estadísticas), pero en ninguna de ellas aparecen datos de los gastos del PCC.

En cada uno de los 168 municipios de Cuba, el PCC tiene su Comité Municipal con una docena de dirigentes y una oficina sede, que cuenta con parque automotriz respaldado por sus respectivos talleres de reparación y mantenimiento, entre otros servicios y comodidades.

Hidalgo explicó al diario que la estructura del Partido tiene un orden similar desde el nivel municipal hasta el nacional, con dirigentes profesionales a cargos de diversos departamentos que supervisan y monitorean el quehacer económico y social del país.

“En el Comité Municipal hay incluso uno o más dirigentes profesionales, encargados de supervisar el trabajo de los núcleos del Partido a nivel de base”, indicó.

En un esquema que se repite en las 15 provincias del país, estos centros costean alimentación, una casa de visita; indistintamente una granja de autoconsumo y las cuentas de electricidad y combustible, entre otros gastos.

El Comité Provincial del PCC, cuenta con una sede de mayor tamaño que su similar municipal, una Escuela Formadora de Cuadros, una base de transporte -con su taller de reparaciones- y una unidad de propaganda gráfica, además de un número indeterminado de funcionarios y dirigentes profesionales.

De acuerdo con Hidalgo, la sede del Comité Central del PCC está ubicada en un ala del llamado Palacio de la Revolución en La Habana y ocupa cuatro pisos llenos de oficinas, desde donde los funcionarios controlan las actividades administrativas y organizativas de la institución.

“Allí trabajaban, fácilmente unas mil personas, en la época en que yo era también funcionario”, afirmó.