Una migrante cubana contó a la prensa independiente cómo sacó “fuerzas de donde no tenía” para atravesar la peligrosa selva del Darién, entre Colombia y Panamá, con su pequeño hijo sobre su espalda.
En declaraciones al portal Diario de Cuba, Niurka González Osorio dijo que pasó “día y medio caminando, subiendo lomas, cruzando ríos y atravesando pantanos”, una travesía que le permitiría arribar a la frontera mexicana con Estados Unidos y solicitar asilo político.
En el Darién “lo único que importa es conservar la vida. Poco a poco, uno va botando ropa, artículos de aseo y recuerdos para aligerar la carga”, aseveró Niurka.
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Según recoge el medio, los migrantes con dinero optan por el sendero turístico que va desde Capurganá hacia Sapzurro, de ahí suben la pequeña loma que conduce a La Miel, Panamá, y luego toman una trocha para llegar a Puerto Obaldía.
Niurka, junto a su familia y decenas de cubanos más, salieron el pasado 26 de marzo de Necoclí, después de dos semanas esperando en esa localidad costera colombiana.
Muertes y asesinatos en la selva
A la entrada de Puerto Obaldía, fueron retenidos durante dos días por el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (SENAFRONT). Algunos decidieron continuar por la montaña de Armila, para llegar a provincia panameña de Darién.
“Entre ellos iba un babalawo que murió al intentar subir esa loma”, dijo la madre cubana. “Fue un infarto. Antes de subir la loma de Armila, se tomó una Red Bull (bebida energética) y a los minutos falleció”, añadió.
Según dijo, también dos africanos fueron asesinados por los indios chocos de Darién, “que les robaron todo. Los cuerpos aún están en la selva. “Seguro serán comidos por las fieras como ha sucedido con decenas de migrantes”, lamenta.
El diario confirmó que los isleños, entre los que se encontraban varias embarazadas, recibieron el permiso para arribar a Puerto Obaldía después de protestar y aguantar a la intemperie un aguacero de 12 horas.
“La gente ha sido muy amable, pero mi esposo fue multado con 200 dólares por andar sin camisa por la calle. Fue al hospital para que lo curaran de un grano ciego que tenía. Él le pidió permiso al guardia que nos custodiaba, pero de nada sirvió la explicación a la autoridad máxima del pueblo”, dijo la cubana.
De acuerdo con el periódico, de los casi 90 cubanos que lograron llegar a Puerto Obaldía, 48 salieron el miércoles 3 de abril en un vuelo chárter hacia la localidad panameña de Metetí.
Niurka y su familia tomaron el mismo vuelo un día después junto a otros diez compatriotas. Este viernes, DDC pudo comprobar que aún se encontraban en Puerto Obaldía unos 24 cubanos que esperaban ayuda de sus familiares en EE.UU para poder continuar.
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