En solo tres meses, el Servicio Nacional de Migración Panamá expulsó, deportó o retornó a 950 extranjeros, de los cuales la mayor parte eran, cubanos, venezolanos, colombianos y nicaragüenses, según explicó esa institución en un comunicado.
“Los países que encabezaron las listas de sancionados fueron Colombia, con 262 extranjeros, Nicaragua con 214, Venezuela con 209 y Cuba con 126”, explica la nota.
Las razones por las cuales fueron sancionados los migrantes van desde el vencimiento de la estadía en el país hasta la permanencia irregular y el cumplimiento de penas por delitos.
Migración Panamá explicó que del número de sancionados, “la medida de retorno voluntario fue aplicada a 774 foráneos, las deportaciones a 149 y las expulsiones a 48 ciudadanos de diversas nacionalidades”.
Un 59 por ciento de los extranjeros sancionados fueron hombres entre 28 y 37 años.
País de paso
Panamá es un país de tránsito para muchos inmigrantes que buscan alcanzar la frontera de Estados Unidos.
Cada año, miles de cubanos, haitianos, africanos y asiáticos cruzan las peligrosas trochas de la selva del Darién por el país istmeño.
Panamá afronta esta migración con una operación denominada “flujo controlado” mediante la cual brinda primeros auxilios a los migrantes, procesa sus datos para evitar ser puente para terroristas o prófugos de la justicia y les permite continuar su camino a Estados Unidos.
Según el organismo gubernamental, se aprecia un “aumento” de las acciones de control sobre inmigrantes indocumentados.
Durante el año 2018, entre deportaciones, expulsiones y retorno voluntario las estadísticas del Servicio Nacional de Migración, registran un total de 6,692 extranjeros.
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Redacción Cubanos por el Mundo