A Gladis Pérez Molina se le presentó el parto mientras cruzaba la selva de Darién. Iba acompañada por su esposo y algunos familiares en la difícil travesía de cruzar toda Centroamérica y México para pedir asilo en la frontera de Estados Unidos.
Tras gritos de angustia que conmovieron a todos los migrantes, Pérez dio a luz en Metetí, un pequeño pueblo del oriente panameño. Nombró a su hijo Darién, como recuerdo del difícil paso, una selva inextricable donde muchos migrantes han perdido la vida, reseña Diario de Cuba.
Testigos
“A hombros la cargamos durante ocho horas más hasta Metetí. Solicitamos una ambulancia, pero llegó 10 horas después, cuando la mamá ya había parido con la ayuda de una enfermera cubana”, contó un testigo.
Según contó la abuela de Darién, quien también va en la travesía, los migrantes salieron hace más de un mes de Trinidad y Tobago, uno de los pocos países a los cuales los cubanos pueden viajar sin visado. Desde ese país insular continuaron su camino recorriendo la peligrosa Venezuela y Colombia.
En la actualidad los padres y el bebé se encuentran bajo la protección del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá y después de recibir el estatus de refugiado por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, han decidido establecerse en el país istmeño, reporta Martí Noticias.
LEA TAMBIÉN: Cubanos varados en la frontera de México denuncian discriminación
Redacción Cubanos por el Mundo