Trabajadores del Combinado Cárnico de Santiago de Cuba aseguraron que esa planta está casi paralizada desde hace aproximadamente un año por la falta de cerdos y reses para la matanza, asimismo atribuyeron la situación a la escasez de pasto y forraje para la alimentación de los animales.
“La matanza de cerdos es de 14 a 30 animales, cuando hay. Antes era de 300 a 500 en la semana”, dijo un trabajador del área de sacrificios que pidió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.
“En cuanto a las reses, es de entre diez y 20, cuando la cifra semanal era de hasta 300”, añadió.
“Parte de los trabajadores de la matanza estamos interruptos, descansamos entre tres y cuatro días hasta que vengan animales”, señaló el empleado.“Entonces, si no hay MDM (masa deshuesada mecánicamente), ni soya, ni harina —que también se le echa—, no se puede hacer el picadillo”, ejemplificó.
Desabastecimiento
La situación del combinado explica en parte el desabastecimiento de carne en los mercados estatales de la ciudad y los elevados precios en los mercados particulares.
También la inestabilidad del picadillo de soya normado, la desaparición de la carne de res que se les daba a los niños y su fluctuación en la dieta de las embarazadas, la única que se sigue otorgando.
“La falta de animales para el sacrificio obedece a que no hay pasto y forraje. El alimento que hay es insuficiente para mantener una matanza estable. A ello se suma la corrupción de los encargados de administrar los alimentos para los animales, que sufren ‘desvíos’”, consideró el trabajador de sacrificios.
Otro empleado de la misma área opinó que la situación “va para largo”.
“Por ejemplo, los cerdos que existen están pequeños aún. En cuanto a las pocas reses que en ocasiones nos llegan para sacrificio, están muy flacas, y generalmente son animales que decomisan”, argumentó.
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Redacción Cubanos por el Mundo