Al menos una docena de inmigrantes cubanos en las Islas Caimán serán repartidos por varias viviendas vigiladas tras estar siete meses encarcelados. Además les permitirán moverse libremente entre las seis de la mañana y las nueve de la noche.
Según la publicación de EFE este grupo se encuentra desde septiembre en dicha situación debido a su estatus migratorio aún sin definir.
Diez cubanos y un ciudadano nicaragüense han estado a lo largo de estos meses, mientras se resuelve el caso, de una a otra instalación penitenciaria y/o centro de detención, con monitores electrónicos en los tobillos.
Viviendas para inmigrantes
El gobierno de ese país informó que serán trasladados a viviendas especial para inmigrantes ya que le resulta más barato al estado.
Es importante recordar que, un grupo de ocho de ellos, llevó a cabo en enero de este año una huelga de hambre en protesta por el tratamiento de sus solicitudes de asilo y las condiciones que sufren. La acción la ejecutaron en el Centro de Detención de Inmigración de George Town, la capital de Islas Caimán.
Los cubanos llegaron a territorio de Islas Caimán el pasado 28 de septiembre de 2018.
El Gobierno de ese territorio británico de ultramar, dependiente de Reino Unido, informó en varias ocasiones de que los cubanos que llegaron a Islas Caimán están también molestos por la forma en que se están gestionando sus solicitudes de asilo, su acceso a abogados bilingües y las restricciones de comunicación telefónica.
El Jefe del Departamento de Inmigración, Garfield Wong, ya había asegurado que el Gobierno estaba comprometido a abordar sus demandas. Uno de esos compromisos ha sido pasar de dichos centros encarcelados a viviendas vigiladas.
Los ciudadanos cubanos protestaron además porque se les confiscaron cinco teléfonos móviles debido a que su uso está prohibido por razones de seguridad. La normativa local establece que los detenidos pueden hacer llamadas por un total de 10 minutos a la semana desde una línea fija, además de recibirlas las 24 horas del día.
Los cubanos subrayan que no son inmigrantes económicos sino refugiados. Además exigen que sus derechos deben respetarse y que la confiscación de sus teléfonos fue lo que provocó en última instancia la huelga de hambre.
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Redacción Cubanos por el Mundo
