La doctora Isabel Cristina Cabello, lleva cuatro años exigiendo respuestas por la muerte de su hija y nieta recién nacida, cuyo parto fue atendido en un hospital de Santa Clara, pero el médico que la atendió no se percató de un coagulo que complicó al infante y a su madre, causándole la muerte.
Según detalla Alex Otaola gracias a un reportaje de la web 14yMedio, la joven tuvo que asistir al hospital con 36 semanas de embarazo, debido a dolores extraños. Los galenos pensaron que se trataba de dolores de parto, por lo que procedieron a extraerle a la bebé.
Cabello, en ese momento, se encontraba de misión médica en Venezuela, donde atendió de la mejor manera a venezolanos en nombre de Cuba. Pero ella jamás pensó, que sus propios colegas cubanos serian los causantes de la muerte de su pequeña.
Beatriz, hija de la doctora, falleció el 5 de marzo de 2015 a causa de un Trombo Embolismo Pulmonar Izquierdo.
Impotente por no poder salvar la vida de su hija, juró hacerle justicia, pero solo se encontró con una trama de corrupción, que intenta tapar cualquier caso de negligencia con tal de vender al mundo su “perfecto” sistema de salud.
La mujer denunció a los médicos que estuvieron presentes en la fallida cesárea, pero solo obtuvo maltratos y represalias.
Un mes después, a su regreso a Venezuela, continuó sus reclamos vía redes sociales, sin sospechar que sus jefes observaban su comportamiento.
Esto le costó que fuese devuelta a la Isla sin sus pertenencias, las que con tanto esfuerzo adquirió en el país petrolero.
“Entraron a la fuerza a mi casa en Venezuela, rompieron la puerta con una pata de cabra, y me sacaron sin dejarme apuntar lo que dejaba”, contó a la web CubaNet.
La médico responsabiliza a Ovidio Chaviano, jefe de la Misión Barrio Adentro en Venezuela por este atropello.
“Me trajeron a Cuba y me hicieron pasar por loca, con dictámenes falsos y con lo que tenía puesto. Me dejaron con un taxista en el aeropuerto de La Habana que me llevó al Hospital Psiquiátrico Gali García. Por cierto, el señor me regaló 50 pesos, pues ni el carnet de identidad pude traer. Me quitaron 500 dólares, cadenas, y mis libros, bueno hasta el peine. Estuve 5 días en el Gali entre adictas, esquizofrénicas, bipolares, me trataron mal y después me mandaron sola para mí casa”, rememora.
En su intento por recibir respuesta por la muerte de su hija, la dama se atrevió a escribirle al vicepresidente del consejo de Estado y de Ministros de Cuba, Roberto Morales, quien además fungió como Ministro de Salud Pública de Cuba, y la respuesta que recibió raya en lo insólito.
“Doctora, la pérdida de una hija o hijo es irrecuperable para los padres y familiares. Pero también dolorosa para cualquier persona. Pero usted ha recibido respuestas en varias ocasiones de investigación de la muerte de su hija. No cuestiones más”.
Sin embargo, esta valiente mujer afirma que no se dará por vencida.
“No voy a descansar hasta que esas personas que están utilizando la palabra “Revolución”, y haciendo daño al pueblo, paren. Pues no son humanos, me trajeron de Venezuela sin las cosas de mi nieta, sólo pensaron en ellos, como Fernando González, y no pensaron en mi dolor y las necesidades de esa niña que se quedó sin mamá”, reprochó.
Cabello, que llega este 2019 a sus 60 de vida, lleva 4 años reclamado culpables por la muerte de su hija y un año en busca de que sus pertenencias sean devueltas, pero solo ha obtenido promesas y nada en concreto.
Según sus declaraciones le ofrecieron irónicamente la oportunidad de buscar sus pertenencias por esfuerzo propio, “me dijeron que, si quería mis cosas, tenía que buscar donde traer todo, con mi propio dinero, porque no me van a buscar nada, ¡pero de dónde, si lo que dejé en Venezuela es lo único que me quedó!”.
Redacción Cubanos por el Mundo
