La crisis en Venezuela abarca todos los estratos sociales, y la delincuencia no está exenta. De acuerdo con un reportaje de la agencia AP, disparar un arma o robar en el país petrolero, ya no es “rentable”.
“Las balas son caras, un dólar cada una. Y ahora que circula menos efectivo en la calle, los robos ya no son tan rentables como antes”, indica la agencia.
Uno de los pandilleros entrevistados, El Negrito, indicó que sus ingresos se han visto severamente afectados, ya que “si disparas un peine (cargador), estás gastando 15 dólares”.
“Si botas una pistola, o los policías te la quitan, estás botando 800 dólares”.
Crazy Dogs, otro miembro de la banda delictiva, afirma que encontrar balas no es difícil, ya que en el “mercado negro” se consiguen de a montón, lo complicados es pagarlas .
“El desafío es pagarlas en un país donde la persona media gana 6,50 dólares al mes”.
El delincuente saca un billete de 10 bolívares soberanos, lo arruga y dice: “Esta pistola antes costaba un billete de estos”.
Aunque el régimen de Nicolás Maduro dejó de publicar estadísticas sobre delincuencia, los expertos aseguran que los asesinatos y asaltos a mano armada han caído en picado en uno de los países más violentos de la región.
Incluso el Observatorio Venezolano de Violencia, un grupo sin fines de lucro con sede en Caracas, estima que los homicidios han descendido hasta un 20 % en los últimos tres años.
Por su parte, Robert Briceño, director del mencionado observatorio, dijo a la agencia AP que “el declive de los homicidios es una cuestión de economía básica: ante la escasez de efectivo en Venezuela, hay menos que robar”.
Sin embargo, los venezolanos afirman sentirse inseguros.
En la ciudad capital, al caer la noche las calles se vacían. Algunos afirman incluso que se trata de un “toque de queda”.
“Venezuela sigue siendo uno de los países más violentos del mundo”, dijo Dorothy Kronick, profesora de ciencias políticas en la Universidad de Pensilvania. El país sudamericano “tiene niveles de violencia como de una guerra, pero sin guerra”, agregó la académica.
Según Briceño la crisis venezolana afecta a todos los venezolanos, independientemente de su estatus social.
“De quienes producen la riqueza, ahora ninguno está bien: ni el ciudadano honesto ni tampoco hay oportunidades para el delincuente”.
Redacción Cubanos por el Mundo
