Promesas van y promesas vienen. En esta oportunidad, el sucesor de la dictadura cubana, Miguel Díaz-Canel confirmó que a partir de 2020 los planes económicos “no llegarán desde arriba” y que serán los trabajadores quienes diseñarán las metas de las empresas estatales.
Una medida audaz del régimen que llega en momentos que busca reflotar la dañada economía de la Isla. Sobre todo consecuencia de la crisis económica en Venezuela, su principal aliado comercial por más de una década.
El ‘puesto a dedo’ se refirió a la nueva directiva al clausurar un congreso de economistas, necesarios “para aplicar con éxito la decisión”, según reseña EFE.
Desastre económico en Cuba
Con la descentralización de su economía, Cuba pone fin a décadas de verticalidad en sus planes económicos.
Un método que si bien fue eficaz en los primeros años de Revolución, hoy se ha convertido en un lastre para la nación caribeña, empeñada en no recaer en una intensa crisis como la del “periodo especial” de la década de los noventa.
Según especialistas, el principal desafío de esta transformación radica en cambiar la cultura “verticalista” que no cuestiona las órdenes de una estructura superior.
“Para ser efectiva esta medida, reclamada durante años, es necesario un cambio de mentalidad. Saltar al nuevo momento y saber que ya el Plan no llegará desde arriba. Se trata de una medida audaz y revolucionaria que exige objetividad, realismo y conciencia”, insistió Díaz-Canel.
El sucesor del castrismo considera que la corrupción y las ilegalidades, el poco nivel de ahorro, el endeudamiento y los insuficientes ingresos por exportaciones están entre los principales lastres de la economía de la Isla.
Actualmente el pueblo cubano afronta una difícil situación marcada por la escasez de alimentos y medicinas. Aunado a un alto costo de la vida que les impide llevar una vida normal.
Redacción Cubanos por el Mundo