A la espera de sus procedimientos judiciales, migrantes cubanos aguardan en el paso fronterizo entre México y Estados Unidos, por la oportunidad de llegar a Estados Unidos para reencontrarse con sus familiares del lado del ‘Tío Sam’.
Actualmente, los migrantes que intentan solicitar el asilo en Estados Unidos, a través del paso fronterizo, son retornados al lado mexicano a la espera de sus audiencias iniciales, proceso en el que muchos han decidido claudicar, específicamente un 40 por ciento, reporta The Brownsville Herald.
“Hay una gran diferencia entre esperar en Boston por su caso y esperar en Mexicali o Monterrey” dijo Stephanie Leutert, experta en migración de la Universidad de Texas en Austin.
Algunos migrantes deciden quedarse en México sin importar lo que signifique, es el caso de cubanos y venezolanos, quienes pese a las dificultades, deciden esperar.
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Geovanys Isaac García, de 41 años, de Santiago, Cuba, vive alquilado con dos migrantes cubanos en La Victoria, a 300 metros de Texas.
Luego de tres meses de su llegada, continúa esperando por su número en el denominado sistema de “medición” que condiciona el acceso a los puertos de entrada para solicitantes de asilo.
Confiesa que ya ha visto a otros migrantes cubanos ir hacia el puente y regresar con fechas definidas en septiembre u octubre para su primera audiencia. Confía en que así le ocurra a Él y por ello continúa en su apartamento, trabajando en el mercado negro mientras espera.
“Da miedo aquí, pero Cuba es peor”, dijo García
“Muchos de nosotros lo hemos perdido todo. Si regresamos a Cuba, podríamos tener problemas… podríamos terminar en la cárcel por dejar el país”.
Y el miedo ataca, claro está. Amanda Riera, venezolana que junto a sus tres hijos fue devuelta a Nuevo Laredo, espera por su fecha de audiencia para el 23 de octubre.
En ese intervalo, donde aguarda en un refugio, asegura que vio camiones con hombres armados, integrantes del cartel, además de escuchar tiroteos por las noches y tener miedo de hacer contacto visual con extraños.
“¿Qué tan seguros estamos aquí como migrantes? Soy madre de tres hijos, y prácticamente estoy viviendo escondida por temor a ser secuestrada”, dijo.
Pero elige quedarse en México y contar con una oportunidad para solicitar el asilo y reencontrarse con su esposo, quien cruzó en diciembre antes de que cambiaran las reglas. La aguarda en Houston.
“Permanecer en Venezuela significaría entregarme a mi muerte”, dijo. “Allí mi vida y la vida de mis hijos están en peligro inminente… debido a la persecución política”.
Redacción Cubanos por el Mundo
