Los arquitectos Ronald Rael y Virginia San Fratello, junto al colectivo Chopeke, construyeron varios “sube y baja” color rosa en el muro que divide a Estados Unidos con México, permitiendo a niños de ambos países interactuar y jugar juntos.
Los juegos metálicos fueron construidos en la zona del muro que está entre Sunland Park, en Nuevo México y Anapra, Chihuahua.
Ahí, mexicanos y estadoundienses, niños y adultos, se divirtieron y pasaron un rato difierentes, además de enviar un fuerte mensaje a la comunidad internacional.
A través de las redes sociales, se distribuyeron videos y fotos donde se ven a los menores de un lado y del otro del muro, subiendo a las atracciones metálicas.
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Kerry Doyle, quien es directora del Rubin Center for the Visual Arts on the US-Mexico border, escribió un mensaje en Facebook para alentar al equilibrio en la frontera.
“Es un acto de equilibrio aquí en la frontera ¡pero todavía nos estamos divirtiendo!”
En una historia de Instagram la artista e ilustradora estadunidense Heather Ripley opinó que hay muchos días de fealdad entorno de la política de inmigración, como por ejemplo la separación de familias o las redadas e incluso la construcción de un muro fronterizo.
El proyecto, que lleva por nombre “Teeter Totter Wall”, no solo se basa en la diversión, sino que quiere despertar la humanidad como punto de apoyo para los problemas de la migración en la frontera.
También “destaca nuestra capacidad de creatividad, utilizando nuestros talentos, de manera que nos denigren. Lo amo tanto”, subrayó.
Redacción Cubanos por el Mundo