Millones de dólares en sobornos y pagos ilícitos a campañas políticas fueron entregados por el gigante de la construcción Odebrecht S.A. Y esos recursos también vinculan proyectos en Cuba, cuyos pagos millonarios no han sido explicados, según denuncia un reportaje de Nora Gámez Torres para El Nuevo Herald.
De acuerdo al periodista, la filtración de documentos muestra proyectos en Cuba que generaron pagos millonarios, aún sin explicación, como la modernización del puerto de Mariel así como la ampliación de dos aeropuertos, cuyos contratos superaban los 800 millones de dólares y eran financiados por el gobierno brasileño.
La información estaba contenida en un secreto sistema de contabilidad denominado Drousys, mediante el cual la División de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, guardaba la información en servidores en Suiza y como un mecanismo para seguirle el paso a los pagos de soborno sin que aparecieran en las auditorías públicas de sus cuentas.
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Asegura además la investigación, que Odebrecht buscó usar a la hija de Castro y entonces primera dama de facto, Mariela, para promover sus intereses en la isla. Y además, correos electrónicos internos de la compañía revelan cómo sus ejecutivos buscaban incrementar su presencia en Cuba, sosteniendo contratos en Miami.
“Cuando se le preguntó si Odebrecht pudo haber violado el embargo de Estados Unidos a Cuba, el funcionario dijo que ‘no hay nada que diga que no lo hicieron’” comenta el artículo.
Tras la pista de Odebrecht
Según explica el reportaje, se trata de más de 13 mil documentos almacenados en el sistema informático, en el que por la “Conquista del Puerto de Mariel en Cuba”, se refieren pagos de 8. 44 millones de dólares.
Asimismo también existen referencias desde al año 2010 sobre supuestas contrataciones de “servicios” y contratos entre la Companhia de Obras e Infra-estrutura (COI), una filial con la que el gigante brasileño desarrolló el proyecto de Mariel y una supuesta compañía fantasma, registrada en Holanda denominada Likam Bouwwerken International.
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Denuncia además que existen archivos donde se giran transacciones bancarias de al menos 900 mil dólares entre CIPSA y ENGETEC, dos compañías fantasma controladas por Odebrecht. Agrega que existen similitudes entre el “modus operandi” aplicado en Cuba con el de otros países donde también entregó sobornos como Ecuador, Perú y Venezuela.
“No está claro si las numerosas referencias a Cuba en los archivos de Drousys, que van desde 2010 hasta 2015, reflejan intentos de esconder información sobre pagos a los auditores, o corresponden a sobornos pagados a funcionarios cubanos o a personas en Brasil que autorizaron los $692 millones en financiamiento para la modernización del puerto” añade el reportaje.
Comenta que también es posible, que nunca pueda saberse si efectivamente, funcionarios del régimen cubano recibieron sobornos o no de la constructora, dada la carente libertad de prensa en la Isla o un poder judicial libre e independiente que lograra desarrollar una investigación profunda y transparente.
Redacción Cubanos por el Mundo
