Un narco brasileño condenado a 73 años de prisión, intentó fugarse de una cárcel de máxima seguridad, haciéndose pasar por su hija, para lo que se colocó una peluca, jeans ajustados y una franela rosada.
El hombre aprovechó el día de visita para planear su escape. Usó además una máscara de silicona, al mejor estilo de Misión Imposible, para llevar a cabo su tarea, detalla la agencia EFE y reseñado por Infobae.
Sin embargo, elementos de la penitenciaría se percataron de la actitud sospechosa de la “hija” del narco.
Según la Secretaría de Administración Penitenciaria (Seap) del estado de Río de Janeiro, el reo quedó identificado como Clauvino da Silva, conocido como ‘Baixinho’ (bajito), quien fue enviado a una celda solitaria del complejo penitenciario Bangú 1.
El Narco, que estaba recluido en Bangú 3, otra de las cárceles del mayor complejo penitenciario de Río de Janeiro, se valió de la visita de su hija de 19 años y de la complicidad, al parecer, de una mujer embarazada que por estar exenta de pasar por los rayos X entró el disfraz con el que intentó fugarse.
El arresto se produjo cuando da Silva intentó retirar el documento de identificación dejado por su hija, quien aún estaba dentro de la cárcel, y que presuntamente luego alegaría que su cédula fue extraviada o entregada a otra persona.
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La joven, identificada como Ana Gabriele Leandro da Silva, fue detenida y deberá responder ante las autoridades por el delito de facilitación de fuga, que prevé una pena de reclusión entre seis meses y dos años.
Las imágenes del narco fueron divulgadas por la Seap, viralizándose rápidamente en redes sociales.
La Seap investiga si otras visitantes o algún funcionario de la penitenciaria ayudaron en el frustrado intento de fuga.
En 2013, Da Silva y otros treinta presos huyeron de una de las cárceles del mismo complejo por el sistema de alcantarillado, pero un mes después volvió a ser detenido cuando la Policía intervino en una disputa territorial por el tráfico de drogas en la ciudad de Angra dos Reis, también en el estado de Río de Janeiro.
Redacción Cubanos por el Mundo