Una bebé nació luego de pasar cuatro meses en el vientre de su madre en estado de muerte cerebral. Los médicos la mantuvieron “con vida” de manera artificial.
Según detalla la web La Vanguardia, le recién nacida se encuentra “bien” y el caso es calificado como “único”.
“Lo más destacado es la duración de la hospitalización y, consiguientemente, el tamaño y madurez alcanzados por el feto, que llevó a superar los 2 kilogramos, lo que es único”, explicó hoy en una nota el Hospital Facultativo de Brno, en República Checa, donde la bebé nació por cesárea el pasado 15 de agosto.
Eliska, como se llama la bebé, nació pesando dos kilos 130 gramos y con una altura de 42 centímetros.
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La madre de la niña estaba embarazada de 16 semanas cuando tuvo que ser hospitalizada el 21 de abril por presentar una hemorragia cerebral grave debido a una malformación genética.
En ese momento el feto pesaba unos 250 gramos. Ese mismo día se diagnosticó su muerte cerebral y se decidió mantenerle la respiración y funciones vitales para hacer viable el embarazo.
Los familiares intentaron llevar el embarzado de manera “natural” masajeando la barriga de la madre, colocándole música y frotando peluches.
Eva, la madre fallecida, tenía 27 años y comenzó a sufrir ataques de epilepsia durante su primer embarazo, cuando le fue diagnosticada malformación arteriovenosa, que empezó a tratarse tras dar a luz.
Además de la actividad pulmonar, se supervisó con detalle la evolución de los riñones de la madre y el flujo de alimento necesario para el bebé.
Pavel Ventruba, jefe del Departamento de Ginecología y Maternidad del hospital, indicó que este caso entrará en la historia de la medicina moderna.
La bebé está al cuidado ahora de su tía, que la está amamantando y de su papá.
Redacción Cubanos por el Mundo
