Resulta sarcástico pero es la realidad. Las remesas enviadas a Cuba por exiliados, esos a los que el régimen llama “gusanos”, es uno de los soportes principales de la débil economía castrocomunista.
Ahora con las nuevas sanciones que impuso Estados Unidos al envío de remesas a la Isla, ese pilar se debilita lo que podría ocasionar un retroceso “catastrófico”, según detalla un informa del Centro de Estudios Convivencia.
En el artículo, se indica que en los últimos 10 años, el envío de dinero a la Isla creció exponencialmente en más del 100 por ciento.
Para 2008, las remesas eran de 1,447.06 millones de dólares, pero en 2008 pasaron a 3,691.68 millones de dólares. Un crecimiento promedio de 236 mil 47 millones de dólares al año.
En tal sentido, ningún rubro de la economía cubana evidenció un crecimiento tan notable como las remesas, de las cuales al régimen de queda una jugoza tajada en comisiones.
En los últimos 10 años la población cubana ha recibido 29,948 millones de dólares en remesas en efectivo. El 90% de este dinero provino de los EE.UU. En el 2018 la cifra de remesas en efectivo a Cuba se estimó en 3,691 millones de dólares, lo que significó un crecimiento de 3.6% con respecto al 2017.
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Remesas, una fuente de ingreso
El estudio revela además que las remesas son la principal fuente de ingresos de la población cubana. El salario que otorga el régimen solo abarca un 15 por ciento, mientras que el sector privado aborda el 33,57 por ciento.
“Después de seis décadas de economía centralizada, Cuba depende hoy en día más de la diáspora que de las oportunidades de remuneración que brinda el Estado. Bajo la actual concepción del sistema económico cubano, esta situación continuará a menos que se hagan cambios estructurales en la economía que permitan abrir oportunidades de mejor empleo y remuneración a la fuerza laboral. Esto se traduce en una necesidad urgente de la liberación de las fuerzas productivas”.
De mantenerse este escenario político en Estados Unidos, con Donald Trump al frente hasta el 2024, el panorama no resulta prometedor para la economía cubana, ya que las remesas resultan el activo más rentable que tiene la dictadura, a pesar de no la producen.
“Estas se han convertido en el soporte financiero que ha evitado el colapso económico del país en los últimos 10 años. Esta realidad denota cuan dependiente es la economía cubana de su diáspora y el nivel de vulnerabilidad que tiene la economía al tener una alta dependencia de un factor externo que no puede controlar, ni tampoco capacidad para contrarrestarlo por los bajos niveles de producción y rentabilidad que tiene la estructura empresarial centralizada que controla el gobierno”.
Redacción Cubanos por el Mundo