Los cubanos y los venezolanos se asemejan en estos tiempos en una misma situación: huyen del comunismo a como de lugar y en muchos casos, la desgracia los acompaña.
El cádaver del venezolano Ronald Aldair Lambert León, de 25 años fue hallado flotando en el Río Grande. El jóven murió en el intento de cruzar la frontera de México con Estados Unidos.
El oriundo del estado (provincia) Zulia, salió de Venezuela buscando un mejor futuro para él y su familia pero desafortunadamente en ese intento de hallar una mejor calidad de vida, encontró la muerte.
Al igual que hacen cientos de migrantes cubanos, el joven quiso pedir asilo en Estados Unidos. El venezolano estaba desaparecido desde hace 60 días aproximadamente, cuando decidió cruzar la frontera entre México y EE.UU.
Allí, Lambert buscó atravesar el Río Bravo, un largo y peligroso afluente del sur de Estados Unidos y norte de México que fluye en dirección sur y sureste a través de Colorado y Nuevo México hasta llegar a la ciudad de El Paso (Texas), entidad donde posteriormente fue localizado sin vida.
Desde el mismo momento en que los deudos de Ronald le perdieron la pista, iniciaron una campaña de búsqueda para dar con su ubicación, conociendo tiempo después la triste noticia.
“Se ahogó, estaba flotando en el río, lo encontraron del lado de Estados Unidos. Lo hallaron el 25 de julio, dos días después de que intentó cruzar”, dijo este martes Andrés Lambert León, hermano de Ronald, en una entrevista con El Nuevo Herald.
La última vez que Ronald se comunicó con sus familiares fue el 23 de julio y les dijo que intentaría cruzar por segunda vez el río desde la ciudad mexicana Reynosa, fronteriza con EEUU.
Ahogado o asesinato
Aunque los allegados al fallecido presumen que falleció tras cruzar el río de alto riesgo otros temen que halla sido asesinado por los llamados «coyotes». Quienes son traficantes de personas que a cambio de dinero se prestan para ayudar a cruzar la frontera a los migrantes.
Su hermano dijo que se enteraron de que había muerto porque un allegado a la familia que reside en Atlanta empezó a llamar a las oficinas forenses de la zona hasta que le informaron que la Patrulla Fronteriza descubrió el cuerpo del venezolano no identificado flotando a lo largo de la orilla del Río Grande, cerca del Refugio de Vida Silvestre Santa Ana en Alamo, Texas.
“Son las características de mi hermano, la cicatriz en la boca y en el abdomen. La ropa que tenía puesta es la de él. De hecho, las medias que tenía puestas son mías, los tenis son de él. La franela roja siempre la usaba, hay una foto en México donde se ve con ella”, detalló Andrés.
Reconocimiento del cádaver
En un informe de NamUs al que tuvo acceso El Nuevo Herald, una base de datos sobre casos de personas desaparecidas no identificadas en Estados Unidos, se indica que se halló el cuerpo descompuesto e irreconocible de un hombre hispano, de entre 20 a 30 años, el 25 de julio, cerca del Refugio de Vida Silvestre Santa Ana en Alamo.
El reporte incluye otros datos como las cicatrices en el cuerpo, el color del cabello, la contextura, el peso y el color de los ojos. Además de las fotos de la ropa y de los zapatos.
“El cuerpo está irreconocible por el tiempo que tiene pero el alguacil del condado Hidalgo, Texas, está haciendo averiguaciones para confirmar la identidad y nos pidió documentos. Le mandamos la cédula de identidad de Ronald. Están tratando de identificarlo con las huellas dactilares y quieren hacer una prueba de ADN a mi mamá. Pero si las huellas coinciden eso no será necesario”, dijo el hermano de la víctima.
La familia está solicitando ayuda para repatriar el cuerpo una vez que sea identificado y publicó en Facebook una campaña con ese objetivo.
Cruzó junto a cubanos
Ronald, nacido en Maracaibo, Venezuela, había emigrado primero a Bogotá, Colombia, por su activismo político y la grave situación económica y social de Venezuela. Allí estuvo poco tiempo y se trasladó a México con la intención de cruzar la frontera con Estados Unidos.
Llegó a Reynosa donde se encontró con un grupo de siete cubanos para cruzar la frontera mediante el río.
Su primer intento fue el 22 de julio y la policía mexicana lo detuvo junto con dos de las cubanas del grupo. No obstante, los liberaron con la advertencia de que no volvieran a intentarlo.
Pero Ronald y todos los cubanos decidieron intentarlo al día siguiente con una “persona que los iba a pasar de un lado a otro del río (un coyote)“, dijo el hermano.
El venezolano antes de tomar la decisión de cruzar el Río Grande se había registrado en una lista informal de los inmigrantes que llegan a Reynosa. Esto con el fin de pedir asilo en la frontera sur de EEUU y le dieron el número 1,039.
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Redacción Cubanos por el Mundo