Despilfarro de dinero, borracheras y deudas impagadas fueron algunas de las características que definieron la vida del comunista Karl Marx.
Al parecer el fundador de las ideologías comunista y socialista no puso en práctica lo que predicó mostrando una incoherencia total entre sus discursos y sus acciones.
Tal como lo relata un artículo del periódico español ABC, resulta chocante pensar que el hombre que se alzó contra los obreros esclavizados e introdujo conceptos como la lucha de clases, la dictadura del proletariado y la importancia del trabajo llevara una vida de burgués.
Además, durante su juventud, fue un estudiante aficionado a los burdeles, las borracheras y los suspensos.
Esa otra parte de su vida la recogen Malcolm Otero y Santi Giménez en «El club de los execrables» (Penguin Random House, 2018), donde cuentan el lado oscuro de otros de los personajes más idolatrados de la humanidad, como Churchill, Chaplin, Picasso, Hitchcock o Einstein.
Borracheras en la universidad
Según el relato, Karl Marx, gastó su estancia en la Universidad de Bonn, muy lejos de las aulas. Se unió al Club de la Taberna de Tréveris, una asociación de bebedores de la que llegó a ser su presidente. Allí malgastó sus primeros meses con unos compañeros de batallas que, encima, le describían como un juerguista violento e infiel, muy poco preocupado por su formación.
La situación tocó fondo cuando, en el primer semestre de 1836, las autoridades universitarias lo expulsaron por «desorden nocturno en la vía pública y embriaguez».
Durante su estancia en la Universidad de Berlín, donde pasó cuatro años y medio. Allí fue encarcelado por alboroto y embriaguez y, además, fue acusado de llevar armas no permitidas.
Llegó incluso a batirse en duelo y en el diploma que se le extendió la institución constaba que había sido denunciado en varias ocasiones por no saldar debidamente sus deudas económicas.
En aquella época fue frecuente que su padre le llamase la atención por el mal uso que hacía del dinero que la familia le enviaba para su manutención.
Carta de su padre
Prueba de ello es la carta que este le manda preguntándole por cómo era posible que, durante el primer año en la capital alemana, se gastara 700 tárelos. Eso representaba tres o cuatro veces más que cualquier otro estudiante de su edad.
«Más que los jóvenes millonarios», le decía este.
Era casi lo que ganaba un concejal del ayuntamiento de Berlín.
«A veces me hago a mí mismo amargos reproches por haberte aflojado demasiado la bolsa y he aquí el resultado: corre el cuarto mes del año judicial y tú ya has gastado 280 táleros. Yo no he ganado todavía esa cantidad durante todo el invierno», añadía su padre en otra carta recogida por Antonio Cruz en « Sociología: una desmitificación» (Clie, 2002).
Sin duda la vida del fundador del comunismo,Karl Marx, estuvo marcada por la falta de coherencia entre sus actos y sus palabras. Algo que demuestra el porqué sus fieles seguidores e impulsores de su ideología han llevado un estilo de vida muy similar al de su mentor.
Los hermanos Castro, Hugo Chávez y Daniel Ortega, por nombrar a algunos, han declarado en su momento defender “el socialismo” que protege los derechos del pueblo y en favor de los más necesitados pero sus vidas estuvieron y están llenas de lujos capitalistas y de excesos muy “burgueses”.
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Redacción Cubanos por el Mundo