Los caracoles gigantes africanos continúan esparciéndose a pasos acelerados en Cuba mientras el régimen se muestra impotente ante semejante amenaza.
A pesar de haber movilizado a su “defensa civil” para enfrentar a la plaga, la realidad es que no ha sido eficaz y los cubanos ya prácticamente conviven con el caracol.
Según detalla la agencia AP, los caracoles “están en todos lados”.
Yusmila Marín, una enfermera de 29 años y madre de dos niños que vive en la Villa Panamericana, afirma que nunca antes los había visto, pero ahora ya se le hace común observarlos.
“De hoy para mañana comenzaron a salir y los vecinos nos preguntábamos de dónde vienen. Nos pasaban por el lado paseando, grandes, medianos, chiquitos”.
Unas 400 familias se están viendo afectadas en dicha localidad de la Habana Vieja, por lo que tuvieron que restringir a sus hijos que salieran a la calle para evitar que sean contagiados por la plaga.
OTRAS NOTICIAS: Régimen apela a los cubanos para acabar con los caracoles africanos
Además, pequeños sembradíos de plátanos, aguacates y guanábanas ya no tienen frutos debido a la amenaza de los caracoles.
Por las mañanas y en los días húmedos, el calor caribeño invita a los caracoles a subir por las plantas, cruzar escaleras, trepar paredes y cercas y amontonarse en los rincones o bajo las hojas caídas.
En los parques es cada vez mayor la presencia de los caracoles africanos.
Detectado por primera vez en Cuba en 2014 en el municipio de Arroyo Naranjo, actualmente los caracoles gigantes se reportan en los 15 municipios de La Habana y en casi todas las provincias del país.
Su baba y su concha albergan organismos que provocan meningoencefalitis.
Aunque las autoridades niegan que se hayan registrado víctimas, han reconocido que varios de los especímenes recolectados tenían una “alta carga de parásito”, informó la doctora Caridad Peña, del Ministerio de Salud, durante un programa especial en la televisión cubana para llamar la atención de la población.
Michel Matamoros, especialista en moluscos del Instituto de Investigaciones de Sanidad Vegetal, expresó que las condiciones en Cuba son “favorables” para la reproducción de esta plaga.
Nadie tiene muy claro cómo llegaron a la isla, pero algunos expertos sostienen la hipótesis de que fueron traídos para ser usados como ornamentos o para prácticas religiosas de origen africano.
Redacción Cubanos por el Mundo