Una estudiante de historia ninja de la Universidad Mie de Japón, presentó un ensayo escrito con tinta invisible y sacó la mejor nota de la clase.
Eimi Haga de 19 años, escribió sobre la visita que realizaron al Museo Ninja de Igaryu, pero usando una tinta a base de soya que no se hace visible de inmediato.
El profesor recibió la hoja en blanco, pero al percatarse el tipo de tinta que era, le colocó la máxima nota de una vez, informa The Asahi Shimbun.
Para evitar que el trabajo fuera enviado directamente a la papelera, la estudiante dejó una nota escrita con tinta normal que pedía “calentar el papel”. Cuando el profesor lo colocó sobre una estufa de gas, las letras empezaron a hacerse visibles.
Haga buscó en Internet la manera de fabricar la tinta y siguió los pasos indicados.
Compró semillas de soya en un supermercado, las remojó en agua durante una noche y las trituró en una batidora. Posteriormente, exprimió las semillas trituradas en un paño, mezcló el extracto con agua y aplicó el resultado a un pincel que usó en tres tipos de papel tradicional ‘washi’ (papel fino japonés).
Su trabajo fue altamente valorado por el profesor, que le puso un sobresaliente y subrayó su gran creatividad.
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La estudiante, aparte de mostrar gran interés por los libros del Período Edo (1603-1867) que recogen detalles de las técnicas ninja, también memoriza cartas de agentes ninja como parte de las actividades que se realizan durante el curso.
“Si tengo la oportunidad, quiero escribir un ensayo usando otra técnica ninja” afirmó la joven.
Redacción Cubanos por el Mundo