Evelio Capote Castillo, el cubano que desafió a la naturaleza y construyó un pedraplén entre Turiguanó y Cayo Coco, falleció este martes a los 87 años en Morón.
La noticia fue dada a conocer por el medio oficialista Cubadebate, quien detalló que le anciano padecía de insuficiencia renal.
Es por eso que la familia decidió llevárselo hasta Morón, en Ciudad de Ávila, ya que es la ciudad que lo vio nacer.
Capote Castillo estuvo al frente del contingente Roberto Rodríguez “El Vaquerito” que se encargó de construir el pedraplén Turiguanó-Cayo Coco con una distancia de 35 kilómetros.
Este trabajo, que tuvo un fuerte impacto medioambiental, abrió las puertas al desarrollo turístico a los cayos del norte de Ciego de Ávila.
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Las obras del pedraplén se terminaron el 13 de noviembre de 1993, lo que para el dictador Fidel Castro fue una “proeza laboral”.
La construcción le valió que el régimen le concediera una condecoración como Héroe del Trabajo de la República de Cuba.
Básicamente, según CubaDebate, el anciano hizo realidad la frase del dictador: “aquí hay que tirar piedras sin mirar para adelante”.
Capote, que integró el Movimiento 26 de Julio, también dirigió otras obras constructivas económicas y sociales.
En el momento de su muerte estaba jubilado y su cuerpo fue incinerado. Sus cenizas fueron esparcidas en el pedraplén Turiguanó-Cayo Coco.
Redacción Cubanos por el Mundo
