Armando Sosa Fortuny, un preso político que pasó 40 años en diferentes cárceles del régimen, falleció el lunes a los 78 años en la sala de penados del hospital Amalia Simoni, en Camagüey.
Alejandro González Raga, director del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), confirmó la noticia sobre el deceso, informa CubaNet.
“Armando Sosa Fortuny ha muerto en la sala de penados en el hospital Amalia Simoni de Camagüey tras pasar más de 40 de sus 78 años en cárceles cubanas. Condenas cumplidas en dos tiempos. Armando estaba solo en Cuba, sin familiares que lo atendieran. Hoy me dicen que un sobrino suyo ha sido designado para acompañar su cadáver, para lo cual la Seguridad del Estado ha facilitado el transporte. Una treta más del régimen”, escribió
El disidente exhortó al exilio cubano y a los opositores dentro de Cuba a no olvidar el compromiso de libertad y lucha de este preso político.
“Es un ejemplo de entrega, de amor a la Patria y tenemos que hacer que ese ejemplo llegue a las generaciones futuras”, declaró.
El preso político, fue acusado de “infiltración, entrada ilegal a Cuba y otros actos contra la Seguridad del Estado” en los años 90, lo que le valió una condena de 30 años de prisión.
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A finales del mes de agosto, Sosa se encontraba recluido en La Empresita, un centro correccional localizado en Camagüey, pese a sus graves problemas de salud.
Para González Raga, el ensañamiento del régimen cubano contra el preso político fue abrumador.
“Alcemos la voz condenado el ensañamiento contra este cubano necesario e imprescindible para entender conceptos como coraje, amor a la patria, consagración. Las nuevas generaciones de cubanos no conocen estas historias cubanas de intramuros y las anteriores no quisieron conocerlas. Armando debía estar en libertad condicional hace mucho, pero el régimen decidió que muriera en prisión y allí murió”, agregó González Rada.
Por otro lado, Martí Noticias tuvo acceso a fuentes que indicaron que el último deseo de Sosa Fortuny fue que reclamaran su cuerpo y lo llevasen a “tierra de libertad” para descansar.
Es por eso que envió un mensaje a sus compatriotas del exilio antes de morir.
Redacción Cubanos por el Mundo
