El fraude electoral que le aseguró a Evo Morales su reelección como presidente de Bolivia fue presuntamente planeado y gestado por los regímenes de Cuba y Venezuela.
El proceso fraudulento que se llevó a cabo en el país indígena guarda mucho parecido con los ocurridos en Venezuela, planificados por supuesto por el régimen de Castro, afirma el diario ABC de España.
“El fraude electoral en Bolivia reproduce algunas de las pautas seguidas por el chavismo en Venezuela para la manipulación de las elecciones, a su vez ingeniadas en Cuba. No se trata de procesos exactamente iguales –de entrada, en la propia Venezuela las tácticas de la usurpación del voto han ido variando de una elección a otra–, pero hay patrones muy parecidos, lo que lleva a sospechar acerca del asesoramiento chavista y, en última instancia, cubano”.
El rotativo señala que el informe realizado por los expertos de la Organización de los Estados Americanos (OEA), describe lo ocurrido en Bolivia y sus similitudes con Venezuela, que vino acompañado con una admisión de Evo Morales de haber falsificado resultados al anunciar nuevas elecciones, pero luego terminó renunciando.
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Así se gestó el fraude en Bolivia
La primera alerta que tuvo la comunidad internacional sobre una posible manipulación en el proceso electoral fue cuando las autoridades del Tribunal Electoral decidieron dejar de informar sobre el recuento de votos cuando este llegó al 83,8 por ciento del escrutinio.
“Con las cifras anunciadas hasta entonces, Morales se encaminaba a una segunda vuelta que le era poco propicia. Ahí se paró el ofrecimiento de datos, durante horas. Todo gran «pucherazo» necesita un tiempo para materializar los votos falsos y requiere hacerlo a puerta cerrada”.
En este punto es donde entra el régimen de Venezuela. En el país petrolero, el Consejo Nacional Electoral no informan como va el conteo de votos, solo cuando la tendencia es “irreversible”.
Es en ese tiempo lo que le ha permitido al chavismo detectar “irregularidades” en el proceso y fabricar los votos que necesite.
En Bolivia ocurrió algo similar. Cuando las autoridades electorales anuncian los resultados, revelan una amplia diferencia entre Carlos Mesa y Morales, algo que horas atrás no se había visto.
Eso ocurrió en Venezuela en 2013, cuando Nicolás Maduro se sometió por primera vez a unas elecciones.
En ese momento hubo un “apagón” que terminó con el “hijo de Chávez” como el vencedor sobre el opositor Henrique Capriles.
El informe de la OEA además destaca algunas irregularidades como actas completadas por la misma persona, la mayoría por delegados del MAS, firmas falsificadas, votos de personas ausentes o muertas, entre otras.
“El chavismo, con ayuda de los agentes cubanos que controlan el sistema nacional de identificación venezolano, ha desarrollado procedimientos para usurpar la identidad de ausentes o abstencionistas. También se ha dado el caso de computar votos para Maduro que incluso superan el 100% del censo”.
Redacción Cubanos por el Mundo
