El puerto de Mariel fue una solicitud del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien pedía una “obra en Cuba”, de acuerdo a Marcelo Odebrecht, ex CEO del gigante brasilero de la construcción.
Según Odebrecht, la petición de Lula involucraba una “motivación ideológica”, que devino en la expansión de la Zona de Desarrollo del Puerto de Mariel en Cuba, durante el tiempo que duró el gobierno del PT en Brasil.
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Agregó que en veinte años de actividad, solo vio “una iniciativa del gobierno brasileño y que, a pesar de la lógica económica detrás de ella, tenía una motivación ideológica y geopolítica, que era Cuba”, reporta Folha de S. Paulo.
“En todos los países, fuimos por nuestra propia iniciativa, ganamos el proyecto y buscamos una exportación de bienes y servicios. En Cuba hubo un interés de Brasil para ayudar a desarrollar algunos proyectos. Entonces Lula le pidió a Odebrecht que hiciera un proyecto en Cuba”, agregó el ejecutivo.
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Asegura que en principio, Lula tenía prevista la realización de una obra vial en Cuba, antes de trabajar en el Puerto de Mariel.
“Lula estaba visitando el país, atravesó un camino deteriorado y dijo que podía ayudar. Fue para hacer el camino exportando servicios desde Brasil, para generar empleos, ingresos e ingresos, y para ayudar a Cuba a desarrollar el proyecto”, dijo.
Según él “el gobierno cubano despreciaba el camino, quería casas. Pero evaluamos las oportunidades e identificamos que lo mejor para Brasil, económicamente y desde el punto de vista de exportar bienes y servicios, era hacer un puerto en Cuba. El trabajo de un puerto tiene mucho más contenido, pues es más difícil exportar que hacer casas. En el caso de un puerto, tiene una estructura metálica, maquinaria, productos con contenido nacional para exportar desde Brasil”.
“El único país en el que nos dimos cuenta de que había una mayor voluntad, un acto, un mayor esfuerzo del gobierno para ayudar a aprobar el crédito [BNDES] fue sobre el tema de Cuba. En todo este período fue el único que me di cuenta. Y en mi opinión, considerando ese momento, no fue una apuesta equivocada”, dijo.
Asegura que Cuba no fue una opción fácil pero terminaron llevándola a cabo. “Al principio, yo personalmente temía este financiamiento. Lo encontré complicado. Hubo una reacción muy grande por parte de nuestros clientes en Florida. Incluso intentamos salir al principio, pero fue complicado. ¿Cómo usaríamos el argumento de que una empresa brasileña no puede cumplir con la geopolítica brasileña porque opera en los Estados Unidos?” cuestionó.
Redacción Cubanos por el Mundo