Los regímenes autoritarios del continente tienen a un nuevo aliado. Alberto Fernández se juramentó este martes como el nuevo presidente de Argentina, en un acto donde prometió acabar con la pobreza del país.
Destacó que entre sus planes está cancelar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero para eso es necesario “crecimiento” económico.
“Es imposible pagar la deuda externa si no hay crecimiento. Queremos tener una buena relación con el FMI, pero sin crecimiento no podemos pagar”, señaló.
Recordemos que el FMI otorgó a Argentina un crédito de 57 mil millones de dólares que vino acompañado de un fuerte ajuste fiscal, que significó la debacle del gobierno de Mauricio Macri, detalla la agencia EFE.
La deuda total ronda los 315.000 millones de dólares, casi 100% del Producto Interno Bruto.
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Fernández, un peronista de centro-izquierda que gobernará hasta fines de 2023, alertó que el gobierno saliente del liberal Mauricio Macri “ha dejado a la nación en una situación de virtual default”.
Cientos de personas acudieron a la toma de posesión de Fernández, donde además asistieron los dictadores cubanos Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel.
Fernández, abogado de 60 años fue jefe de gabinete de Néstor y de Cristina Kirchner entre 2003 y 2008.
Kirchner, de 66 años, juró a su vez como vicepresidenta y asumió la presidencia del Senado.
La expresidenta, que tiene un juicio oral en curso por presunta corrupción y varias causas abiertas, se mostró muy cercana al mandatario, durante toda la ceremonia.
“Estoy esperanzado con Alberto y con Cristina, todos tenemos la sensación de que vuelve por fin un gobierno que escucha al pueblo, la bandera argentina es lo que nos une a todos hoy, esto es una fiesta para todos”, comentó Emanuel Bonié, un profesor universitario de 53 años.
Redacción Cubanos por el Mundo
