La cubana Rani Cruz, decidió fundar una casa de refugio para migrantes en Acre, Brasil, y de esa manera brindar ayuda a los extranjeros que llegan buscando una mejor vida.
Cruz lleva viviendo en Acre casi dos años. El hogar de refugio se fundó hace poco más de un mes en Baixada do Habitasa y actualmente alberga a unas 11 personas entre cubanos y dominicanos.
La cubana indica que la idea nació luego de que ella vivió en carne propia lo que es llegar a un país extraño sin tener un techo para dormir o comida para comer, detalla el diario Globo.
“Pasé por la misma situación que están pasando y siento que debo hacer lo mismo que hice, dar la oportunidad a otras personas de sobrevivir después de que hayan dejado su país, su familia y en otra tierra que no conocen”.
En el Día Internacional de los Derechos Humanos, Rani enseña que hacer el bien es solo una iniciativa.
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Gracias a la ayuda recibida por parte de varias personas, logró hacer realidad su sueño de ayudar a sus compatriotas cubanos y otros extranjeros con la casa de refugio.
“Cuando llegaron aquí a Brasil, la casa estaba vacía y recibimos donaciones de amigos que se han unido y han estado asistiendo y también de otros que han estado ayudando en este proceso”, dice.
Cuando llegó a Acre, Rani se quedó durante tres meses en la Casa de Apoyo de Irineu Serra y luego recibió ayuda de una pareja para salir de allí, consiguió un apartamento para vivir y un trabajo, así es como la vida comenzó de nuevo.
Luego su esposo consiguió trabajo y lograron enviar a su hija a una guardería mientras ambos laboraban.
Con esta ayuda, Rani comenzó a establecerse y desde allí decidió ayudar a los migrantes.
Redacción Cubanos por el Mundo
