Tamara Suju, directora del Instituto Casla, presentó un informe a la Organización de Estados Americanos (OEA), en el que destaca las torturas y violaciones de derechos humanos que se cometen en Venezuela presuntamente planificadas por agentes cubanos.
“Funcionarios cubanos participan en la planificación y comisión del crimen de tortura en Venezuela”, asegura el escrito que entregó al secretario general de la OEA, Luis Almagro.
En declaraciones al canal NTN24, Suju advirtió de un aumento en la crueldad de los métodos de tortura y señaló que en el último año el régimen de Nicolás Maduro eligió mostrar a los reos en los tribunales aún con secuelas de los daños físicos.
A su juicio, la intención es controlar a Venezuela “a través del horror”. “Los están exponiendo para que la gente vea de qué son capaces”, dijo Suju.
Indicó que los agentes cubanos están al frente de los principales cuerpos represivos del país.
“Ellos están en centros clandestinos de tortura, los llaman ‘los isleños’, y acompañan a los miembros de inteligencia, incluso a ‘colectivos’ (grupos paramilitares) y FAES (Fuerzas de Acciones Especiales), en la ejecución de las torturas”, añadió Suju.
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Indicó que los cubanos están “adiestrando” a los funcionarios del GDCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar), de cómo torturas disidentes políticos.
“Los cubanos están en Fuerte Tiuna, están dentro de organismos de seguridad del Estado, están dentro de empresas del Estado, ellos forman a personas de inteligencia venezolana para que justamente ejerzan la represión”, dijo Suju.
En la presentación del informe, el Instituto Casla advirtió de un alarmante aumento de las agresiones de tipo sexual.
Los 41 agredidos sexualmente por el régimen denuncian haber sido desnudados, sometidos a conatos de violación y lesiones en los genitales.
Según Casla, que lleva 18 años documentando violaciones de derechos humanos en Venezuela, es el nuevo embajador de Cuba en Caracas, Dagoberto Rodríguez, quien organiza, controla y revisa las torturas de los agentes de la Isla infiltrados en Venezuela, con el consentimiento del ministro de Defensa, Vladimir Padrino, y del director de la inteligencia militar, general Iván Hernández Dala.
Redacción Cubanos por el Mundo
