Familiares de José Daniel Ferrer García lograron verlo en la prisión Aguadores de Santiago de Cuba, donde lo mantienen en celda de castigo.
El preso político cubano y líder de la UNPACU había permanecido 50 días aislado con la negativa de recibir visitas de sus familiares. La última vez que Ferrer había compartido con sus familiares fue el pasado 7 de noviembre.
Según el reporte de Cubanet, el encuentro se produjo nuevamente bajos estrictas condiciones impuestas por la Seguridad del Estado y las autoridades del penal.
Fue en presencia de dos oficiales y en la misma sala donde hace 50 días habrían filmado de manera oculta la visita para luego hacer público un video editado, manipulado y descontextualizado en el estelar de la televisión cubana.
“Lo primero fue que no nos dejaron pasar todos los alimentos y las demás cosas que le llevamos, aun cuando estaban dentro del reglamento, luego nos llevaron al mismo lugar donde lo vimos la vez anterior, una sala aparte, y con oficiales presentes”, explicó la esposa de Ferrer, Nelva Ortega Tamayo.
Condiciones infrahumanas
Según Nelva, José Daniel Ferrer asegura estar en la misma celda donde la Seguridad del Estado mantuvo a Wilman Villar Mendoza, un activista que murió en 2012 tras una larga huelga de hambre y que fue víctima de torturas físicas y psicológicas.
“Lo mantienen totalmente aislado, no tiene consigo sus pertenencias, si necesita un jabón tiene que pedirlo, algo de comer de su propia bolsa tiene que pedirlo, y tampoco le dan sus medicinas. Le niegan los antiácidos aun cuando los hemos llevado y nos los rechazan”.
Nelva Ortega también contó otro hecho represivo del que fue víctima el líder opositor.
“Dos días después de la primera visita, es decir el día 9 de noviembre, lo arrastraron hacia un lugar abierto y allí lo dejaron de un día para otro sobre un hormiguero, expuesto al sol y luego al sereno.”
José Daniel Ferrer fue detenido el pasado primero de octubre tras un allanamiento realizado a la sede de la UNPACU. El opositor cubano fue privado de libertad sin que existiera una orden de detención en su contra y mucho menos pruebas de haber cometido algún delito.
El caso de Ferrer ha dado la vuelta al mundo, y han sido un sin número de dirigentes políticos que han exigido al régimen de la Isla la liberación del opositor.
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