La vejez no es sinónimo de descanso en Cuba. Hace seis meses, un anciano de 80 años fue asesinado dentro de un ranchón en el reparto Abel Santamaría, donde trabajaba como custodio a pesar de su edad.
Aunque el crimen ocurrió a mediados de 2019, una mujer que responde al nombre de Yaisell Álvarez y que afirma ser nieta del fallecido, exige a las autoridades que se haga justicia.
Álvarez indica el presunto culpable se encuentra detenido, pero al parecer las autoridades castristas estarían retrasando el juicio por lo que podría quedar en libertad.
“Un joven delincuente mató a mi abuelo de 80 años mientras trabajaba de custodio en el Ranchón Abel Santamaría. Este sujeto le arrebató la vida sin piedad, mi abuelo no se metía con nadie y era buen hombre y buen padre”, denunció.
El anciano era oriundo del municipio Boyeros en La Habana. Su nieta asegura que el supuesto asesino lo mató para robar dentro del ranchón.
“Al final no se pudo llevar nada, pero le quitó la vida a mi abuelo con 26 puñaladas”, afirmó Álvarez. “Se tiene que hacer justicia, sea como sea mi abuelo no merecía esto y no permitiremos que quien lo hizo no pague. Es muy duro”, añadió
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Criticó que el régimen intente vender a Cuba como un país sin delincuencia, cuándo ocurren hechos violentos de este tipo.
“En Cuba se dice que no hay delincuencia. Nadie debe arrebatar la vida a otro ser humano y luego vivir la suya como si nada, dejando una familia destruida”, lamentó.
Para Yaisell, su abuelo era como “un ángel”. “Nuestra familia ha quedado traumada y destruida, con sus 80 años era un roble. Para sus hijos, nietos, familiares y amigos era especial, un ser humilde, tranquilo, con muchas ganas de vivir. Lo único que me daría un poco de paz es que el culpable no salga nunca más de la cárcel y pague por lo que hizo”, aseguró.
Redacción Cubanos por el Mundo
