La cubana Tania Pérez Carro, de 51 años, no pierde la esperanza de ver nuevamente a sus hermanos. Es por eso que a través de Facebook pidió ayudar para lograr contactarlos.
Su historia inició cuando apenas tenía dos años de edad. Estando en Cuba, fue abandonada junto a sus hermanos, una niña de un año y otro de apenas tres meses.
Explica que ella y sus hermanos fueron adoptados por diferentes miembros de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Zanja, Lealtad y Escobar, de la “antigua tercera unidad Ciudad Habana”.
“A mi hermana la adoptó, Alberto Moreno Hernández y María Caridad Rivero Raga. A mi me adoptó, Eduardo Pérez Becquer e Isabel Carro Rodríguez”. No obstante refiere que no sabe ni el nombre de su hermano, ni quienes lo adoptaron.
” Solo se que hace años él fue a conocerme a casa de mi papá de crianzas en la guinera, municipio Arroyo Naranjo. No pudieron decir donde me encontraba,ya que yo había abandonado la casa por problemas que no vienen al caso”.
Pérez sugiere que no necesita “caras tristes, ni likes” en su publicación, pues en su “casi búsqueda frustrada”, trata que su historia sea difundida y pueda así conseguir a sus familiares y conocerlos.
“En su trabajo, en las calles, o donde quieran”, podrán comentar su caso y así “quizás alguien sepan de alguien que una vez buscó a su hermana”.
Alin podría ser el nombre de la hermana de la cubana
En otra publicación, en la misma red social, Tania habla en tercera persona, como si conversara con su hermana. “Ayer pasé por tu calle, aquella por donde tanto corriste, sin saber de mi existencia”.
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“Mi mente en silencio grita tu nombre desde que sé que te llamas Ailin, Ailin, Ailin, es tan hermoso”. (sic)
Escribe Tania en su Facebook.
Pérez refiere que “la señora” (se presume sea con quien habló) quedó perpleja al verla, pues las encontró “como dos gotas de agua, tu rostro y el mío”.
Tania espera conseguir a su hermana, conocerla y evitar que alguien lo pueda impedir.
“La felicidad de nadie se puede construir sobre el sufrimiento de otros, menos aún cuando el poder de la sangre llama”.
La cubana espera no solo conseguir a su hermana, sino también a su hermano, de quien no tiene ni idea de cómo se llama, ni un rastro de su paradero.
Su historia ha ido escalando en Facebook ya que agrega que alguien se contactó con ella creyendo ser su pariente, pues eran “historias parecidas pero no iguales”.
Redacción Cubanos Por el Mundo
