En la céntrica calle Ángel Guerra en la ciudad de Holguín, una moto eléctrica se incendió ante la mirada de los transeúntes, quienes intentaban desesperadamente apagarla.
El hecho ocurrió frente a Motor Centro, un taller estatal de automóviles. Un trabajador del local apagó el incendio con un extintor, pero ya era tarde, informa CubaNet.
Las llamas provocaron una inmensa y densa columna de humo negro que era vista desde kilómetros. La moto eléctrica quedó reducida al puro chasis.
Según el portal digital, el fuego se originó luego de que la batería de litio explotara.
Según el dueño, la reparación de la batería, que incluyó celdas nuevas, le costó 60 dólares. Por recomendación del técnico, el hombre dio la vuelta a la manzana en la motorina para comprobar el arreglo.
“Sentí salir humo y una candela que, si no corro, me enciendo junto con la motorina. No me dio tiempo a nada. Traté de abrir el asiento para sacar la batería, pero no pude”, comentó el afectado
Los restos de la moto eléctrica fueron llevados en un carretón.
Accidentes de este tipo se están haciendo cada vez más frecuentes en Cuba, donde las motos eléctricas están cobrando popularidad debido a la escasez de combustible.
Según Mario, quien trabaja como técnico en uno de los talleres privados para motorinas en la ciudad de Holguín, los desperfectos con las baterías se deben al mal trabajo de los reparadores.
El holguinero recomienda cambiar las baterías cuando ya cumplan su vida útil y no repararlas, como hacen algunos dueños.
“Lo mejor es comprar una nueva”, enfatiza el técnico.
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Pero comprar una batería nueva para las motos no es tarea fácil en la Cuba comunista. En los comercios no se consiguen por lo que muchos deben recurrir al “mercado negro” pagando precios muy por encima.
“Me preocupa la inexistencia de baterías de 12 volt y 20 amperes para motorinas Minerva desde hace meses en la red comercial, lo cual propicia que especuladores revendan una sola de ellas en la mitad del valor del set de cuatro”, afirma Ana Hernández.
Otros han corrido con peor suerte y tienen la moto eléctrica guardada en la casa a la espera de que el régimen les facilite la compra de la batería a través de un crédito bancario.
“Compré una motorina Minerva con mucho sacrificio y ahora la tengo tirada en un rincón por falta de batería”, dice María Elena
Redacción Cubanos por el Mundo