La esposa de José de Daniel Ferrer, Nelva Ismaray Ortega, denunció que ella y sus hijos con el preso político cubano permanecen sitiados en su vivienda, que también funge como sede de la UNPACU.
La mujer precisó que se mantienen bajo vigilancia policial en su casa en el reparto de Altamira ubicado en la provincia oriental de Santiago de Cuba.
La esposa de José Daniel Ferrer hizo la denuncia en declaraciones a Radio Martí afirmando que desde el pasado 25 de enero los agentes de la Seguridad del Estado se mantienen apostados en los alrededores del lugar. Ortega aseguró que no le permiten la entrada a ningún activista, y también pretendían impedirle salir.
“Les tuve que responder que mi casa no era calabozo, y que no iba a permitir que no me dejaran salir”, aseguró la dama.
Vigilados en misa
La esposa de Ferrer también denunció que el pasado domingo asistió a misa en la iglesia de San Juan Bosco para apoyar a las Damas de Blanco, como había acordado previamente con su esposo. Aunque no le impidieron asistir, “dentro de la misa había un agente de la seguridad”.
Vale recordar que, la mujer, quien también es activista de UNPACU, visitó a su esposo el pasado jueves en la prisión de Aguadores, donde lleva ya cuatro meses detenido. El encuentro “no fue una visita privada”, sino que transcurrió bajo la estricta vigilancia de los carceleros.
La Fiscalía pide una sanción de nueve años de cárcel para Ferrer por supuestos delitos de lesiones y privación de libertad, pero las autoridades aún no han informado a la familia sobre el proceso judicial.
Recientemente, el caso del preso político cubano, José Daniel Ferrer García, líder de la UNPACU, fue presentado ante la Fiscal de la Corte Penal Internacional.
La acción fue ejecutada por el abogado cubano Faisel Iglesias en representación de la esposa de Ferrer, Ismarays Nelva Ortega Tamayo y sus hijos.
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Redacción Cubanos por el Mundo