El vicepresidente ejecutivo de de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, afirmó ante los medios del régimen cubano que seguirá apoyando el comercio con Cuba pese a las sanciones de Estados Unidos.
La respuesta del ejecutivo se debe a que la Administración de Donald Trump le prohibió la entrada al país por sus lazos con el castrismo, informa El Nuevo Herald.
“La apuesta por Cuba es incondicional, nosotros creemos que son totalmente injustas estas medidas y frente a eso seguimos nuestra hoja de ruta seguimos colaborando estrechamente con las autoridades cubanas en el desarrollo de la industria turística de este país”.
El CEO indicó que “no temblamos” a las supuestas presiones de Estados Unidos, calificando además al turismo cubano de “modelo”.
“Nuestra apuesta es incondicional y una muestra de eso es la colaboración con la empresa mixta Miramar, con la que hemos invertido 200 millones de dólares, para reformar y ampliar el Meliá Habana”, entre otras cosas.
Afirmó que Meliá llegó a Cuba “para quedarse” y que trabajarán “codo a codo” con las autoridades castristas, pese a las constantes denuncias internacionales sobre violaciones de derechos humanos.
“Estamos encantados” con el trabajo que hace Meliá y el castrismo.
La prohibición al ejecutivo de Meliá
El Gobierno de Estados Unidos le prohibió la entrada al delegado de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, como consecuencia de la aplicación de la Ley Helms Burton por la actividad de una de las filiales del grupo en Cuba, donde explota dos hoteles en la región de Holguín.
Según detalla la agencia EFE, los hoteles dirigidos por Meliá en asociación con entidades cubanas, están ubicados en una parcela expropiada a la familia Sánchez Hill a finales de los años 50 por el régimen cubano.
Según la compañía española, esta familia inició también una demanda en España que fue desestimada por los tribunales en primera instancia.
Redacción Cubanos por el Mundo
