Luego de que el régimen de Cuba aprobara por primera vez en 60 años la importación de autos, muchas son las interrogantes que surgen al respecto.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que los vehículos a importar deberán ser solicitados y cancelados en una de las tres empresas controladas por el castrismo habilitadas para realizar dicha transacción.
Dichas compañías son CIMEX, Sasa y la Cadena de Tiendas Caribe, según informó el ministro cubano del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.
Además, el pago de los autos deberá ser en moneda estadounidense y no en CUC.
Luego de acudir a una de estas tres empresas, los cubanos deberán elegir entre un catálogo de autos que no están en Cuba, sino que serán importados una vez se haya cancelado con las tarjetas magnéticas.
Se recomienda a los cubanos que planean importar algún vehículo, asesorarse primero con el personal de las tres tiendas llamado a los siguientes números:
- CIMEX: +53 72039090
- Sasa: +53 72069952
- Caribe: +53 72012173
Luego de que se haya efectuado el pago, el comprador debe esperar a que llegue el auto, que puede tardar semanas o meses, dependiendo del país donde se deba solicitar.
El régimen actúa en este caso como “intermediario” para la compra del vehículo, quedándose por su puesto, con una parte del dinero.
“Los autos particulares siempre han sido tema de mucho debate, porque es una aspiración tener un auto, sobre todo porque el transporte público no satisface la demanda existente”, explicó el ministro de Transporte en la Mesa Redonda.
Al funcionario afirma que esto podría ayudar a mejorar el transporte público en la Isla.
Indicó que los precios de los autos son los fijados por las entidades comercializadoras en el extranjero y no por el régimen.
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Por otro lado, el ministro de Economía, Alejandro Gil, dijo que el 85% de los ingresos se dedicarán a la compra y reposición del transporte público.
“Estamos buscando soluciones más allá de justificaciones. No vamos a resolver los problemas del transporte público de un día para otro, pero es una alternativa para imponernos al férreo bloqueo. Buscamos vías para nuestro desarrollo, tenemos una hoja de ruta, nada es improvisado”, concluyó.
El costo por un vehículo nuevo podría oscilar entre los 20 mil y 110 mil dólares, dependiendo del modelo y de la marca, algo que genera duras críticas debido al escaso poder adquisitivo de la mayoría de los cubanos.
Entre las marcas comercializadas en Cuba desde el año 2013, cuando se autorizó la venta de automóviles figuran: las coreanas Hyundai y Kia Motors, las francesas Peugeot y Renault, las alemanas Volkswagen (VW) y Audi, la china Geely, la italiana Fiat, y la japonesa Toyota.
Redacción Cubanos por el Mundo