Uruguay quiere “atraer” a migrantes cubanos y venezolanos para revertir el envejecimiento poblacional que amenaza su economía.
Prueba de ello son los miles de migrantes que a diario llegan a la nación sudamericana huyendo de la crisis comunista que asecha en sus países.
Luis Lacalle Pou, presidente electo de Uruguay, informó que el país recibe “con los brazos abiertos” a quienes son expulsados por el comunismo castrochavista.
“Uruguay siempre ha sido un país de brazos abiertos para países que están expulsando a su gente, básicamente venezolanos, cubanos y de otros lugares de América Latina”, dijo.
El nuevo mandatario informó que prevé lanzar una paquete de medidas que hará más flexible la obtención de residencia en el país.
Uruguay, después de Cuba, es el país con más bajo crecimiento poblacional en América Latina. El gobierno uruguayo busca atraer entre 50 mil y 100 mil extranjeros, especialmente pequeños empresarios y personal calificado, detalla El Nuevo Herald.
El presidente electo confía en los migrantes para revertir el envejecimiento poblacional, algo que también ocurre en Cuba pero que el castrismo no se preocupa por solucionar.
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“Nuestro país tiene que ser un lugar para que la gente que no la está pasando bien diga que aquí es un lugar donde se respeta la inversión, donde pueden traer a sus familias, donde hay certeza jurídica”, dijo el presidente electo.
Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas (CRI) de la Universidad Internacional de la Florida, considera que las condiciones para la emigración cubana a Estados Unidos han cambiado en los últimos años.
“Las políticas migratorias de la administración Trump han reducido la cantidad de cubanos que intentan ingresar a territorio estadounidense sin autorización”.
En vista de esto, los cubanos y venezolanos optaron por otros países del continente y Uruguay es uno de ellos.
En 2019, llegaron a la nación sudamericana unos 19 mil 925 cubanos, según cifras de la Dirección Nacional de Migración
De ellos, solo cinco mil 405 obtuvieron visados para entrar legalmente al país. La llegada de cubanos a Uruguay en 2019 supera en más de 11 veces el número de entradas del 2016.
En los últimos cinco años se establecieron en ese país 24 mil 485 cubanos, una cifra nada despreciable para un Estado de 3.4 millones de habitantes.
La cubana Liliana Suárez cuenta que dejó a sus dos hijos pequeños en Cuba para poder buscar un mejor futuro en otras fronteras.
Empujada por la crisis económica que vive la isla y la falta de libertades, pagó cerca de dos mil dólares a alguien que desde Cuba le organizó el viaje. Guyana, uno de los pocos países exentos de visado para los cubanos, sirvió de trampolín.
“Fue muy difícil porque nunca había salido de Cuba. Verme de pronto en un país extraño y luego montándome en una avioneta para sobrevolar la selva del Amazonas fue algo que no olvidaré”, dijo al Herald.
Explica que aparte pagó mil 200 dólares por la travesía. “De Guyana te llevan a Brasilia y de ahí hasta Porto Alegre. Luego el recorrido se hace en bus hasta Uruguay”, relató.
Suárez, de 33 años, dice que los principales problemas que tienen los inmigrantes cubanos en Uruguay son pagar el alquiler y conseguir trabajo.
“Aquí hacemos lo que los uruguayos no quieren hacer. Trabajamos en los jardines, somos domésticas, agricultores, barrenderos. Realmente el sueño de todo cubano es salir, no importa a dónde, y proveerse un futuro mejor pero este no es lugar para eso”, agregó.
Redacción Cubanos por el Mundo
