Eduardo Rodríguez Dávila, ministro de Transporte de Cuba, informó que el castrismo tuvo que desembolsar una gran cantidad de dinero para comprar un buque cargado de petróleo que no podía atracar en puerto cubano debido a las sanciones de EE.UU.
Según el funcionario, como el barco no quería anclar en el puerto, las autoridades de la Isla se vieron obligadas a comprarlo para evitar perder el cargamento ya pactado.
El ministro afirmó en el espacio televisivo que la cancelación del contrato se produjo como consecuencia de la Ley Libertad, más conocida como Ley Helms-Burton.
El funcionario castrista destacó que otras dos empresas internacionales que participaban en importantes proyectos aeroportuarios y ferroviarios en Cuba también cancelaron sus contratos debido a las sanciones.
Además el envío de petróleo desde Venezuela a Cuba se ha visto seriamente afectado.
No precisó los nombres de las compañías, pero mencionó tres casos específicos: la remodelación de los aeropuertos de la isla, la compra de dos aviones para la aerolínea estatal Cubana de Aviación y un proyecto para la modernización de los talleres ferroviarios del país.
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Los datos apuntan a que una de ellas puede ser el gigante francés Bouygues, que en 2016 logró una concesión para ampliar el aeropuerto internacional de La Habana José Martí, el más importante de Cuba, detalla la agencia EFE.
En agosto del 2016, la prensa estatal reveló que Bouygues y Aeropuertos de París lograron la concesión del Gobierno para ampliar y gestionar, respectivamente, el aeropuerto de La Habana y el cercano aeródromo de San Antonio de los Baños.
La firma francesa de infraestructuras tiene una importante presencia en el país caribeño, donde ejecuta varios proyectos de obra civil, fundamentalmente en el sector hotelero.
Redacción Cubanos por el Mundo