Una joven cubana denunció haber sido víctima de maltrato en la mezquita a la que acudió el pasado viernes.
Beatriz Batista, practicante del Islam denunció que tras llegar un poco más tarde de lo habitual a la sede religiosa, le negaron la posibilidad de ir al baño a ponerse el hiyab (velo).
Según explicó la joven, fue la encargada de la seguridad del lugar quien le dio la indicación, tras dudar de que ella fuese musulmana.
Aunque le aseguró que sí era, le refirió que hasta que no llegara “un tal Samir”, no podría ingresar a la mezquita para formar parte del culto, pues presuntamente era él quien guardaba las llaves. Además tampoco le permitió permanecer en el lobby.
Fue entonces cuando tuvo que aguardar en el parque hasta casi la una de la tarde.
“Según el reglamento no puedo sentarme allí” le ordenaron.
En su espera, vio cómo una pareja de musulmanes si fueron autorizados a permanecer en el lobby de la mezquita, además de darle acceso, momento que aprovechó para ir ella y ponerse su yihab.
Estando en el baño vio cómo un hombre y su esposa fumaban un cigarro, presuntamente con permiso del supuesto Samir.
“Este tipo de persona no debería ser la bienvenida de una institución religiosa. No discriminemos y no tengamos prejuicios porque es más probable que una mujer que no usa hiyab (velo) sea más musulmana que otra que lo lleve puesto”, finalizó.
Redacción Cubanos por el Mundo