Nuevos detalles sobre la muerte del migrante cubano Roylan Hernández bajo custodia de ICE, salen a relucir de la mano de la agencia de noticias AP, cuyo reportaje destaca que el suicidio del antillano pudo ser evitado.
De acuerdo con el reporte, en el caso del cubano se cometieron varias “negligencias” y posibles “violaciones de las políticas gubernamentales”.
A parecer, los carceleros del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE), no se apegaron al reglamento, que establece por ejemplo, que los migrantes detenidos en confinamiento solitario deben ser observados cada 30 minutos.
El video de vigilancia revela que un guardia realizó dos visitas una hora antes de que encontraran el cadáver del cubano.
Pese a que escribió en la carpeta que las realizó, ni siquiera miró al interior de la celda para ver que estaba sucediendo.
La última persona que lo hizo fue un empleado de la cárcel no identificado, 40 minutos antes de que se encontrara a Hernández.
AP contactó con un trabajador de la cárcel, quien bajo condición de anonimato, afirmó que el cubano no podía ser visto desde la ventana.
El video al que se hace referencia, muestra lo siguiente:
- 1: 19 pm: Un guardia se acerca a la puerta de Hernández. La mujer toma una carpeta de la pared al lado de la puerta, escribe en ella, luego la vuelve a poner en la pared. Nunca mira por la ventana de la puerta de la celda de Hernández.
- 1:26: Un hombre vestido de calle que camina por la celda se detiene para abrir la tapa de la ventana de la puerta de la celda y mira hacia adentro. La oficina del alguacil dice que el hombre era un empleado de la cárcel pero no tiene su nombre en sus registros.
- 1:54: La guardia femenina regresa. Una vez más, toma la carpeta, escribe en ella y la vuelve a poner sin mirar dentro de la celda.
- 2: 04: Tres miembros del personal y lo que parece ser una cárcel de confianza pasan por la celda, llenando la mayor parte del pasillo. Rodeando a la pequeña multitud, un capitán de la cárcel se acerca a la pared y se acerca a la puerta de la celda de Hernández. El capitán, identificado por la oficina del sheriff como Gerald Hardwell, luego dijo a los investigadores que había notado un “fuerte olor” que emanaba de la celda.
El cubano Roylan Hernández de 43 años, se quitó la vida luego de pasar varios meses encarcelado en el Centro Correccional de Richwood en Monroe, Louisiana.
Tenía síndrome del intestino irritable. Las personas que lo conocieron recuerdan haberlo visto con un dolor constante. El síndrome también se ha asociado con ansiedad y depresión.
Redacción Cubanos por el Mundo