Nadie para de hablar de la película “El Hoyo” en esta época de cuarentena, pues refleja el aislamiento al que el mundo está sometido debido a la propagación del coronavirus.
La película vasca El Hoyo, es una ópera prima del realizador bilbaíno Galder Gaztelu-Urrutia y hoy es la más vista en Netflix.
El Hoyo, se estrenó en los cines españoles el pasado 7 de noviembre, después de conseguir en el Festival de Cine Fantástico de Sitges los premios a Mejor Película, Dirección Novel y el del público.
Meses después, el 20 de marzo, El Hoyo llegó a Netflix, y ya el primer día fue la más vista en España, puesto al que ahora llega a Estados Unidos y Latinoamérica.
Es una película en la categoría de ciencia ficción. Se basa en una prisión vertical, con dos presos en cada piso, conectados por un hoyo cuadrado en el centro por el que recibe el nombre la película.
A través de ese hueco se desplaza una plataforma, de arriba abajo, llena de comida desde el inicio, pero a medida que desciende a través de la infinidad de pisos cada uno debe conformarme con comer lo poco que va sobrando desde el anterior piso, hasta no quedar absolutamente nada.
¿Política o religiosa?
Para algunos, la metáfora consiste en la lucha de clases en el mundo que, además conecta con estos tiempos de cuarentena por pandemia, y que triunfa en una plataforma con 167 millones de suscriptores en el mundo.
Para otras personas, no es más que la recreación de la vida de Jesucristo siendo tentado y agobiado, con el mensaje de entregar la vida por los pecados de los demás, mientras que también es comparada con la obra de Dante.
Los paralelismos con la religión y La Divina Comedia son significativos. En esta obra el protagonista desciende a los infiernos y mora por el purgatorio para poder conseguir entrar en el paraíso.
Desde su inicio El Hoyo genera ansiedad, desesperación y una sensación de exilio, donde además se le reconoce el talento actoral a su elenco, quienes despiadadamente muestran la miseria de sus personajes invitándote a escoger la mejor decisión para sobrevivir.
Otros, tras ver El Hoyo, aseguran que no se puede cambiar a la sociedad, sino de forma propia. Lograr una solidaridad colectiva como se propone en la película pasa por apelar a la responsabilidad individual de cada uno.
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